Domingo 18 de Mayo de 2025, 11:44
La Justicia condenó a prisión perpetua a Marcelo Fabián Coria, el albañil que asesinó a su esposa, Andrea Sequeira. Detrás de la condena, que tardó ocho años, se esconde un macabro plan que incluyó una acusación de infidelidad, una obra en construcción y un cuerpo enterrado a un metro y medio de profundidad.
El escalofriante caso se remonta al 3 de enero de 2017, cuando los vecinos de la localidad bonaerense de Guernica escucharon gritos en la casa donde vivía Coria y Sequeira.Según detalló una vecina a TN, no le dieron tanta relevancia porque las violentas peleas eran costumbre en el hogar ubicado sobre las calles Victorino de la Plaza y Adolfo Alsina.
“Él era un hombre violento, se escuchaban golpes constantemente en esa casa”, explicó la mujer, quien pidió resguardar su identidad.
La normalidad de esa violenta situación fue clave para que Coria lleve adelante su plan. Porque mientras los vecinos tomaban con naturalidad los gritos, él cometía un brutal crimen.
La denuncia sobre su paradero no tardó en llegar: esa misma noche los familiares fueron hasta la comisaría 7° de Glew para denunciar que no sabían nada de Sequeira desde hace horas.
Andrea Sequeira tenía 42 años cuando murió asfixiada por su marido, Marcelo Coria.
"Se fue con otro", fue la primera respuesta que dio Coria cuando los policías le preguntaron por la desaparición de su esposa.
Los efectivos entraron a la casa y vieron una escena fuerte: había platos rotos, faltaban pertenencias de la mujer, pero no había ningún rastro sobre ella.
Esa escena fue clave para alimentar la teoría planteada por el femicida, que había sido demorado por los policías. Coria dijo que se habían peleado por una supuesta infidelidad y que Sequeira se había ido con su amante.
La versión fue creída por los agentes bonaerenses y recuperó la libertad en cuestión de horas. El plan le estaba saliendo a la perfección.
Dos días habían pasado desde de su liberación cuando el caso parecía apagarse porque no había indicios reales que pudieran darle fuerza a la hipótesis del femicidio. No había cámaras, no había rastros de sangre, no había nada que diera a entender que Coria podía haber matado.
Una amiga íntima de la víctima, buscando algún consuelo que pudiera desentrañar la desaparición de la mujer de 42 años, le advirtió a la policía sobre una obra en construcción.
“Declaró que había tierra removida en una obra ubicada cerca de la casa en la que ambos vivían", detalló a TN una fuente judicial con acceso a la causa.
Cuando los policías llegaron, se encontraron con la tierra removida y con una bolsa de cal abierta y a medio usar. Las sospechas se incrementaron y la fiscal del caso, Laura Pérez, ordenó un allanamiento.
El procedimiento, claro está, tuvo que ser llevado de una forma particular: los Bomberos Voluntarios de Guernica y un grupo de especialistas llevaron adelante una excavación de casi dos metros.
A un metro y medio de profundidad, encontraron el cuerpo de Andrea Sequeira en avanzado estado de descomposición, envuelto en una sábana y en bolsa de nylon.
La autopsia determinó que la mujer de 42 años murió asfixiada por Marcelo Coria, quien la ahorcó con sus propias manos.
Coria volvió a estar detenido y la causa pasó a ser calificada como "homicidio calificado por el vínculo y por mediar violencia de género".
El proceso judicial demoró ocho años por distintos recursos de Apelación que fue presentando Coria con el paso del tiempo. La pandemia también demoró las cosas hasta esta semana.
Con todas estas pruebas, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°8 de Lomas de Zamora lo condenó a prisión perpetua.
La noticia fue todo un alivio para los familiares de Sequeira, que evitaron dar declaraciones a la prensa en medio de un momento tan emotivo.
“Esperamos muchísimo tiempo para llegar a esto. Se demoró mucho, pero se hizo justicia al fin”, sentenció una amiga. /
TN