Una falsa denuncia de robo hundió a una banda que estafaba con autos mellizos en Monteros

Miércoles 21 de Mayo de 2025, 06:34

DESCUBIERTOS. Los allanamientos permitieron sacar a la luz la operación ilegal, que tenía su epicentro en la ciudad de Monteros.



Una denuncia de robo de un automóvil en Amaicha del Valle encendió la chispa de una investigación que terminó desbaratando una compleja organización delictiva dedicada al desarme, adulteración y comercialización de vehículos mellizos en el sur tucumano. La causa, que derivó en múltiples allanamientos, secuestros de vehículos, autopartes, teléfonos y hasta municiones, puso al descubierto una red con base en Monteros y conexiones en localidades cercanas.

Todo comenzó el 4 de marzo, cuando una mujer denunció que le habían sustraído su auto mientras se hospedaba en Amaicha. Sin embargo, la pesquisa iniciada por la Unidad de Investigaciones Criminales y Delitos Complejos Oeste –a cargo del comisario Carlos Ceferino Mendoza y el oficial principal Segundo Luis Almaraz– detectó contradicciones en su relato. Las cámaras de seguridad del pueblo, registros de ingreso y entrevistas a vecinos confirmaron que el vehículo jamás ingresó al pueblo calchaquí. También se reveló que la denunciante no había viajado sola, sino acompañada por su pareja, oriunda de Monteros.

Con estos indicios, los efectivos comenzaron a seguir los pasos de la pareja y descubrieron una trama mayor. La mujer era parte de una banda que operaba desde un taller en el barrio Villa Nueva de Monteros, donde se desarmaban vehículos y se les adulteraban los números de chasis para luego venderlos como legales. Junto a ella actuaban su pareja, otro hombre con antecedentes, una ex pareja del mecánico y dos hermanos de Capitán Cáceres encargados del trabajo de chapa y pintura. La banda, según los investigadores, incluso simulaba robos para justificar movimientos ilegales y encubrir maniobras fraudulentas.

Uno de los datos más llamativos es que dos de los implicados habían sido detenidos en 2024 en la ciudad de Recreo, Catamarca, mientras circulaban en un vehículo con pedido de secuestro por parte de la Justicia de Córdoba, lo que refuerza la teoría de que la banda tenía conexiones interprovinciales.

Con las pruebas recolectadas, el juez Mario Graña ordenó cinco allanamientos simultáneos el 20 de mayo en viviendas de Yonopongo, un taller en el B° Villa Nueva y un domicilio en León Rougés. El despliegue incluyó a la Brigada de Investigaciones del Sur (BIS), la Patrulla Motorizada y la Unidad de Intervención Compleja (UIC), y fue supervisado por los altos mandos policiales: Crio. Insp. Carlos Díaz, Crio. Gral. Miguel Carabajal y Crio. Mayor Ángel Álvarez.

Los resultados fueron contundentes:
  • Dos autos adulterados: un Volkswagen Fox gris y un Voyage negro.
  • Una moto Honda 125 con dominio mellizo.
  • 15 teléfonos celulares, incluyendo modelos de alta gama como iPhone 14 y Samsung S23 Ultra.
  • Numerosa documentación apócrifa, formularios notariales y autopartes de vehículos Volkswagen (capots, ruedas, ópticas, bombas de nafta, computadoras y partes de motor).
  • Cartuchos calibre 9 mm y municiones punta hueca calibre 22.
  • Herramientas utilizadas para la adulteración de números de motor y chasis.
Con todos estos elementos, la causa fue recaratulada y ahora la Unidad Fiscal de Delitos contra la Propiedad del Centro Judicial Monteros investiga a los imputados por el delito de estafa. No se descarta que en las próximas semanas se amplíe el número de implicados, dada la magnitud del hallazgo y la evidencia de que se trataba de una organización con roles claramente definidos.

El operativo fue calificado como “altamente exitoso” por fuentes policiales, quienes destacaron el profesionalismo del personal interviniente y el trabajo articulado entre las distintas unidades. Mientras tanto, continúa la investigación para determinar si otros vehículos adulterados ya fueron vendidos a compradores de buena fe.