Servicio militar obligatorio en la Argentina: por qué se derogó

Jueves 29 de Mayo de 2025, 21:26

Conscriptos en Campo de Mayo, 1977.



El Gobierno anunció este jueves el nuevo Servicio Militar Voluntario para jóvenes de entre 18 y 28 años, "un programa educativo y de capacitación para que todo soldado voluntario pueda completar su educación obligatoria". Estará bajo la órbita de los ministerios de Defensa y Capital Humano. La iniciativa reaviva los recuerdos de la "colimba", el Servicio Militar Obligatorio (SMO) que marcó la vida de varias generaciones de argentinos.

El 6 de diciembre de 1901, el presidente Julio Argentino Roca promulgó la Ley 4.031, que comprendía a todos los varones argentinos, nativos o naturalizados, mayores de veinte años de edad, quienes quedaban obligados a cumplir con el servicio militar durante 2 años.

La norma, llamada "Ley Riccheri" por su impulsor, el ministro de Guerra, Pablo Riccheri, se apoyaba en el artículo 21 de la Constitución Nacional, que establece que "todo ciudadano argentino está obligado a armarse en defensa de la Patria y de esta Constitución, conforme a las leyes que al efecto dicte el congreso y a los decretos del Ejecutivo Nacional".

Rápidamente tuvo impacto en las capas más postergadas de la sociedad, especialmente en las provenientes del interior profundo, relegado por la Generación del ’80 a brazos para el trabajo rural. "La conscripción ha producido un efecto por demás civilizador, educando una masa de hombres acostumbrados al método, al orden, a los movimientos acompasados, enseñando a muchos a leer y escribir, efectos que se notan aún en las más apartadas estancias. Basta ver andar a un peón para decir si ha sido o no conscripto, especialmente en la marina, y encuentran colocación preferente…", apuntaba Juan Bialet Massé ya en 1904 en su informe El Estado de las Clases Obreras en el Interior de la República.

No pasó mucho tiempo para que el SMO ser convirtiera en parte de la cultura argentina, que lo rebautizó "colimba", palabra derivada de las primeras sílabas de las palabras "correr, limpiar y barrer", en alusión irónica a las principales ocupaciones de sus participantes.

También formó parte del cine. Entre las comedias que incluyen a la conscripción, son recordadas Canuto Cañete, conscripto del 7, con Carlitos Balá; y la trilogía protagonizada por Alberto Olmedo y Jorge Porcel: Los colimbas se divierten, Rambito y Rambón, primera misión y Los colimbas al ataque. En cuanto a los dramas, vinculados a la Guerra de Malvinas, se destacan Los chicos de la guerra y Soldado argentino solo conocido por Dios.

No faltan las referencias en la música. La más conocida es la canción Botas locas, compuesta por Charly García luego de su paso por el Servicio Militar en Campo de Mayo.

En la agitada historia argentina del siglo XX, los conscriptos tuvieron participación en varios hechos, como la represión en la Patagonia entre 1921 y 1922, los diversos golpes de Estado y la Guerra de Malvinas.


La década del setenta inauguró un nuevo elemento al folklore nacional: el sorteo numérico por bolillas, utilizado para asignar en una de las tres fuerzas a los varones mayores de dieciocho años que debían ser conscriptos, de acuerdo con los tres últimos números de su documento de identidad. Los anuncios radiales y televisivos eran seguidos con por miles de jóvenes que aguardaban expectantes por saber si les tocaría cumplir con la obligación. Allí, "tener número bajo" era un sinónimo de alivio por quedar exentos.

Las experiencias en la colimba son diversas.
Entre los hombres que hoy superan los 60 años se alternan los recuerdos de momentos divertidos, entre bromas a compañeros y superiores, con situaciones traumáticas de violencia que los marcaron para siempre.

El Caso Carrasco: asesinato y fin del Servicio Militar Obligatorio
 
Los hechos violentos, que ya habían mostrado su cara más oscura durante la Guerra de Malvinas y el maltrato a los soldados, con torturas incluidas, encontraron la gota que rebalsó el vaso en 1994, con la muerte de Omar Octavio Carrasco, asesinado mientras cumplía con el servicio militar obligatorio en la guarnición militar de Zapala, en Neuquén.

Omar Carrasco fue asesinado en 1994.

Tras su muerte durante un "baile", tal como se denominaba a los castigos de los superiores, su cuerpo estuvo escondido durante más de 20 días hasta que se reportó su aparición. 

Los conscriptos Cristian Suárez y Víctor Salazar y el subteniente Ignacio Canevaro fueron encarcelados por el hecho, pero los militares de rango superior procesados por encubrimiento quedaron libres y solamente al sargento Carlos Sánchez le fue impuesta una pena de tres años por ese cargo.

El Caso Carrasco le dio la estocada final al SMO, ya desprestigiado después de la oscuridad de la última dictadura militar. El 29 de agosto de 1994, el presidente Carlos Saúl Menem firmó el Decreto 1537/94, que estableció un régimen voluntario para soldados que decidieran ingresar a las Fuerzas Armadas, con lo que puso fin a más de 90 años de conscripción obligatoria. /C5N