Por qué recibió la plataValenzuela y el Gobierno de San Luis se dieron cuenta del error recién al día siguiente, cuando descargaron como todos los días un reporte de las operaciones de la jornada anterior.
Allí el tesorero encontró la transferencia por fuera de la norma.Con la desesperación, llamó al Banco Nación para pedir que se congele la cuenta de Verónica de manera inmediata. Para esa altura, una parte del dinero ya se había movido.
Luego presentó una denuncia a la fiscalía, que le dio curso urgente y
allanaron el domicilio de Verónica y de su familia. A los seis se los llevaron detenidos y esposados, además de incautarles los bienes que habían comprado. La mujer dice que recién ahí se enteró de dónde había venido la plata.
Según explican desde el Gobierno,
lograron recuperar en transferencias $465.690.542,57, más del 90 por ciento del total. El resto es todo trazable ya que cada movimiento se hizo vía billeteras virtuales. Los bienes
Valenzuela acepta responder preguntas de Clarín por escrito para explicar el error técnico que ocurrió. Según cuenta, Verónica debía recibir la transferencia de 8 mil pesos de cuota alimentaria del padre de uno de sus hijos, quien es empleado provincial. Ese descuento se hace de manera automática del recibo de haberes del hombre.
"La Tesorería General todo los meses recibe de la dirección de Recursos Humanos el expediente de pago de haberes, donde figuran embargos judiciales y, en este caso deudores alimentarios. Son más de 30 órdenes a unos 1956 beneficiarios", comienza.
Dentro de esas transferencias, hay dos tipos: una a cuentas particulares, como es el caso de Verónica. Y otra que nuclea a distintos receptores unificados en una cuenta judicial del Banco Supervielle.
"Para el caso de cuentas particulares la carga del monto a transferir se realiza en el sistema contable de forma manual al CBU indicado. Por un error administrativo, se realizó la transferencia de toda la orden de pagos de los demás beneficiarios a un solo CBU", confiesa. Así, Verónica recibió de un saque la plata que correspondía a todos los beneficiarios juntos.
Más allá del uso del dinero que haya hecho la mujer y su familia, aquí comenzó un contrapunto ya que ella afirma que nunca supo de dónde vino esa transferencia. Según su abogado, la descripción de la transferencia que figuraba en el Banco Nación solo decía
"Data". Este punto es clave, ya que se la acusa de retener fondos públicos pero ella no sabía que se trataba dinero del Estado. Ante la consulta, desde el Gobierno de San Luis no supieron responder bajo qué rótulo le llegó el pago a la mujer.
"La acusan de estafa pero a ella no llenó ningún formulario, no hizo nada para pedir ese dinero. Defraudación con tarjetas tampoco, ya que para eso es necesario haber hurtado claves y ella usó sus tarjetas propias. Y retención indebida de fondos públicos tampoco cometió, ya que cuando te hacen una transferencia equivocada te tienen que intimar para que devuelvas. Si no lo hacés, te constituís en mora. Ahí es indebida, nunca notificaron. Ella no sabía que era del Estado", explica Echevarría.
Según Valenzuela, desde el Gobierno intentaron comunicarse con distintos teléfonos que tenían registrados como pertenecientes a Verónica, pero nunca pudieron conectar.
La causa es investigada por la fiscal Daniela Torres, quien consideró que se trata de una
“maniobra delictual”. La jueza subrogante del Juzgado de Garantía Nº 3, Antonela Panero, resolvió que tanto Acosta como sus cinco familiares deberán pagar $30 millones antes del martes para evitar la cárcel.
Para el abogado, es una locura.
“Son personas humildes, sin antecedentes, con domicilio, que nunca actuaron de mala fe. No se trata de una red de estafadores. Fue un error del Estado que ahora intentan cargar sobre estas seis personas como si fueran delincuentes”, sostuvo. /
Clarìn