Domingo 01 de Junio de 2025, 07:28
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EN DEBATE. El aeroclub nació en los 80, aislado en una zona descampada que hoy experimenta un gran crecimiento inmobiliario.
El aterrizaje forzoso de una avioneta privada en un descampado, a pocos metros del Aeroclub de Tucumán, reavivó el debate sobre el impacto de la actividad aérea en una zona que ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos años.
Si bien el incidente no dejó heridos y la maniobra se realizó sin afectar viviendas ni personas, el hecho generó inquietudes sobre la convivencia entre el desarrollo urbano y la operación del aeroclub.
Yerba Buena ha experimentado un notable crecimiento demográfico en la última década. En los alrededores del aeroclub se han establecido universidades, campus de colegios, centros comerciales, torres de viviendas y oficinas.
Esta transformación ha modificado el entorno original donde, desde la década de 1980, funciona esta institución aeronáutica.
Ileana Dulout, secretaria de Seguridad de Yerba Buena, destacó el trabajo realizado por la municipalidad. Afirmó que el aeroclub está legalmente autorizado, no solo por el municipio, sino también por organismos aeronáuticos.
Además, aseguró que la pista no colinda con viviendas ni representa un riesgo por su ubicación. Dulout enfatizó que la ciudad continúa creciendo sin afectar el funcionamiento del aeroclub.
En relación con el operativo por el accidente, Dulout explicó que la Guardia Urbana custodiará la aeronave hasta la llegada de los mecánicos, prevista para las 7. Antes de cualquier intervención, la Junta Investigadora debe actuar para determinar las causas del incidente.
El evento sorprendió a los vecinos, aunque muchos destacan la normalidad con la que conviven con la actividad aérea. Javier Roldán, residente desde hace 15 años, expresó que nunca ha temido que pueda caer una avioneta o algo así.
Gisela López, otra vecina que tiene su casa en Pasaje 2 de Abril y Puerto Argentino, señaló que antes el movimiento de aviones era más intenso, pero ahora es mucho más esporádico.
Sin embargo, aclaró que lo que molesta son las fiestas nocturnas: “Cuando hay algún evento, el ruido es tremendo, pero por lo demás no me puedo quejar”, analizó.
Claudio Moreno, por su parte, indicó que los aviones no pasan cerca de las casas, ya que siempre respetan su ruta. Entiende que ellos tienen sus caminos y que, a veces, esos avioncitos a control remoto son un tanto más peligrosos por las maniobras que hacen, pero no siempre se acercan a las casas.
El vecino de 33 años dejó en claro que, más allá del crecimiento exponencial de la zona, la actividad del Aeroclub no interrumpe la cotidianidad de los vecinos.
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