Juan Cuevas puso en ventaja al Ciruja, y González igualó para el Tricolor. (Foto: Twitter)
El gol llegó tan rápido que muchos ni siquiera habían terminado de acomodarse en sus asientos. Una ráfaga por la banda, el desborde de Juan Cruz Esquivel, el centro al punto justo y el cabezazo de Juan Cuevas que sacudió la red y desató el grito. Todo indicaba que esta vez sí. Que San Martín, herido por la derrota contra San Miguel, iba a curarse ante su gente, en su casa. Pero eso no sucedió.
El equipo de Ariel Martos arrancó con hambre. Firme en la presión, con decisión para atacar por afuera y con un plan claro: golpear antes de que Almagro se acomodara. En esos primeros minutos, se lo llevó puesto. Ulises Vera recuperó una pelota alta y casi marca el segundo, Cuevas volvió a pisar el área con peligro. Era un San Martín punzante, directo, encendido. Pero como le viene pasando últimamente, se desinfló solo. Como si el gol le alcanzara. Como si el partido ya estuviera ganado.
Y ahí empezó otro duelo. Uno en el que Almagro, sin lucirse, se soltó. Se fue animando a medida que el “Santo” bajaba un cambio. Primero con remates desde afuera, después con centros que cruzaban el área sin dueño. El local empezó a regalar espacios y a jugar con fuego. El rival, paciente, los fue sintiendo. Y al volver del descanso, aprovechó el primero que encontró.
Un error en la salida, una pérdida de Federico Murillo en una zona prohibida, y el castigo inmediato. Pase al medio y definición de Ángel González. Manos a la cabeza y frustración. Porque ya no sorprendía. Porque a este San Martín, cuando lo golpean en casa, le cuesta muchísimo levantarse.
Ni siquiera la expulsión de un jugador del “Tricolor” terminó de encender la chispa. Con un hombre de más, con todo el segundo tiempo por delante, el “Santo” no logró hacer pesar su superioridad. Los cambios de Martos no trajeron claridad, sino más confusión. El equipo quedó partido, sin ideas ni rebeldía. Y desde la tribuna, ese aliento empezó a quebrarse, según publica La Gaceta.
“Movete, ‘Santo’, movete. Que esta hinchada está loca, hoy no podemos perder”, sonó fuerte desde los cuatro costados. No fue un canto de guerra. Fue un reclamo disfrazado de canción. Fue una súplica que nació de la bronca y del amor al mismo tiempo. Porque cuando el hincha canta así, lo hace para despertar.
El cierre fue otra vez el mismo: desesperación, pelotazos y apuro. Un zurdazo de Claudio Orlando que Darío Sand desvió con lo justo, un cabezazo de Matías García sin peligro, y un arquero rival que se tiraba al piso como si el tiempo valiera oro.
El resumen
Formaciones:
San Martín: Darío Sand en el arco; línea de fondo con Federico?Murillo, Juan Orellana, Guillermo Rodríguez y Franco Quiroz; doble pivote con Gustavo Abregú y Matías García; ofensiva formada por Juan Cuevas, Agustín Prokop y Juan Cruz Esquivel, todos detrás del delantero Nicolás Moreno
Almagro: Christian Limousin; defensores Martín García, Aldo Rimbelitti, Alexis
Ríos y Marcos Pinto; mediocampo con Ariel Cháves, Luis Jérez Silva y
Julián Vitale; en ataque Maximiliano Luayza, Joel Orlando y Patricio
Cucchi.