Jueves 19 de Junio de 2025, 06:10

ENTORNO. La investigación tras el crimen de Elizabeth del Carmen Zamora apunta a su círculo más cercano.
Una mujer de 50 años fue hallada muerta en su domicilio de Jujuy al 4900, en el sur de San Miguel de Tucumán, y las primeras pistas llevan a los investigadores a descartar un hecho de inseguridad: todo indica que el homicidio fue cometido por alguien cercano a la víctima. El caso es investigado por la Unidad Fiscal de Homicidios I, a cargo del fiscal José Sanjuán, con la intervención del equipo de la División Homicidios de la Policía.La víctima fue identificada como
Elizabeth del Carmen Zamora, quien fue descubierta sin vida por su hija, Priscila, en la mañana del viernes. La joven relató que fue a visitarla y al no obtener respuesta ingresó al dormitorio, donde la encontró cubierta completamente con una manta. Al destaparla, notó que su madre estaba muerta. Según los primeros informes forenses, la mujer
habría sido asesinada mediante golpes en la cabeza, aunque aún resta la confirmación oficial de la autopsia.
Desde el inicio de la investigación, los peritos detectaron dos elementos clave que fortalecen la hipótesis de un crimen perpetrado por alguien del entorno. En primer lugar, la puerta de ingreso no presentaba signos de violencia y, según confirmó la hija, estaba cerrada con llave desde el interior, lo que sugiere que el agresor contaba con un juego de llaves para entrar y salir sin forzar el acceso.
Además, no se detectaron faltantes de objetos de valor, lo que descarta, al menos por el momento, que se trate de un intento de robo. El único elemento ausente sería el teléfono celular de la víctima, que se presume fue sustraído por el autor del hecho para evitar ser identificado.“Ella vivía en este domicilio de forma intermitente, porque se turnaba con otro pariente para cuidar a su madre enferma. Era una buena vecina, muy reservada”, contó
Laura Pedraza, allegada a la familia. Otra vecina,
Soledad García, señaló que no hubo movimientos extraños en la zona ni se escucharon gritos. “Esta zona es insegura, como cualquier otra fuera de las cuatro avenidas, pero nadie notó nada raro”, agregó.
La Policía analiza imágenes de cámaras de seguridad de la zona, tanto públicas como privadas, en busca de pistas que permitan reconstruir los movimientos en torno a la vivienda en el horario estimado del crimen.
Por estas horas, el trabajo se concentra en investigar a las personas cercanas a la víctima, dado que las características del hecho refuerzan la hipótesis de que Zamora fue asesinada por alguien que conocía y que sabía cómo moverse dentro del domicilio sin levantar sospechas.
La causa sigue abierta y no se descartan nuevas medidas en las próximas horas.
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