Viernes 20 de Junio de 2025, 17:09

Donald Trump y Benjamin Netanyahu en la Casa Blanca, el 7 de abril pasado.
Desde que empezó a bombardear Irán el 13 de junio, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, busca convencer al presidente Donald Trump y a una escéptica opinión pública estadounidense para que se unan a Israel en su guerra contra Teherán.
Durante sus llamadas telefónicas con Trump y en sus declaraciones públicas, Netanyahu alterna elogios y deferencias hacia el dirigente de la primera potencia mundial e insiste en que los ataques a Irán benefician a los estadounidenses.
"¿Quieren que estas personas tengan armas nucleares y otras formas de bombardearlos?", preguntó el domingo en una entrevista con la cadena estadounidense Fox News.
"Hoy es Tel Aviv. Mañana será Nueva York", declaró al día siguiente en ABC News, al afirmar que Irán trabajaba para crear misiles de largo alcance capaces de llegar a las costas estadounidenses.
Los intercambios entre ambos hombres no siempre han sido de los más armoniosos, a pesar de que Netanyahu haya sido recibido en la Casa Blanca en dos ocasiones desde que Trump asumió el cargo en enero.
Según The New York Times, que cita fuentes anónimas en Washington, Netanyahu pidió en abril a Trump que suministrara a Israel bombas antibúnker GBU-57 estadounidenses.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, este jueves, frente al hospital de Beersheva atacado por misiles de Irán.
Estas armas son las únicas capaces de destruir las instalaciones nucleares iraníes, profundamente enterradas. Estados Unidos rechazó entregarlas a Israel.
Y es que Trump fue reelegido en parte por su oposición a cualquier intervencionismo estadounidense y sus críticas a las supuestas políticas "belicistas" del Partido Demócrata.
Varias figuras trumpistas de la derecha "MAGA" ("Make America Great Again") expresaron su férrea oposición a cualquier intervención estadounidense, entre ellos el vicepresidente JD Vance, el antiguos asesor de Trump Steve Bannon, y el ex presentador de Fox News Tucker Carlson.
La ambigüedad de Donald Trump
Pero el magnate republicano no descartó implicar directamente a Estados Unidos. "Puede que lo haga, puede que no", dijo a los periodistas cuando le preguntaron el miércoles si Washington bombardearía Irán.
"Tomaré mi decisión sobre ir o no ir en las próximas dos semanas", detalló el jueves.
Para Yossi Mekelberg, analista de Chatham House, Netanyahu se mostró hábil con Trump al halagar su "vanidad" y al explotar "sus debilidades".
Una vez que recibió la "aprobación" no oficial de Washington para atacar a Irán, "conocía la personalidad de Trump y sabía que podría unirse a su causa en el caso de ver algún beneficio de una manera u otra", declaró a AFP.
El mandatario estadounidense celebró la campaña militar israelí, que hasta ahora mató a representantes militares, destruyó defensas aéreas y bombardeó sitios nucleares.
En los ataques murieron también 224 personas, según datos oficiales iraníes.
Eliot A. Cohen, ex asesor del Departamento de Estado estadounidense y
experto en relaciones internacionales, cree que no hay que sobreestimar
la influencia de Netanyahu.
"Esto tiene mucho menos que ver con
la influencia de Netanyahu que con la opinión de Trump sobre el programa
nuclear iraní, el recuerdo del intento de asesinato contra él en 2024
por parte de agentes iraníes y el éxito de las primeras operaciones
israelíes", afirmó a AFP.
Un iraní fue inculpado de planear asesinar a Trump en noviembre, poco antes de su elección.
Para Cohen, la presión de Netanyahu podría tener éxito por varias razones.
Los
israelíes "no piden otra cosa que el bombardeo de Fordo", una planta de
enriquecimiento de uranio enterrada a cien metros de profundidad, unos
150 km al sur de Teherán, subrayó. "Nadie habla de invasión", matizó.
"Muchos estadounidenses, si no la mayoría, entienden que un Irán nuclear es especialmente peligroso", añadió.
Un retrato del líder supremo de Irán, el ayatollah Alí Khamenei, en una marcha de apoyo al régimen en Teherán, este viernes. Según un sondeo realizado el pasado fin de semana por el instituto YouGov para la revista The Economist, la mitad de los estadounidenses consideran a Irán como un país
"enemigo" y un cuarto de ellos lo consideran
"hostil".Pero solo un 16% de los estadounidenses
"piensan que el ejército estadounidense debería de intervenir en el conflicto entre Israel e Irán".
La mayoría de los demócratas (65%), independientes (61%) y republicanos (53%) siguen oponiéndose a una intervención militar, según el sondeo.
En su podcast War Room, Steve Bannon acusó el miércoles a Netanyahu de iniciar una guerra que es incapaz de terminar.
"No venga con nosotros para que la acabemos por usted", dijo. /
Clarìn
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