Domingo 22 de Junio de 2025, 06:43
En una intervención sin precedentes en el sistema de salud pública de la Argentina, un equipo interdisciplinario del Hospital Garrahan realizó por primera vez una cirugía fetal completa de alta complejidad, operando a una bebé de 27 semanas de gestación mientras aún estaba en el útero de su madre. Entre los 25 profesionales que participaron, el tucumano Federico Coria, médico tocoginecólogo de 34 años, tuvo un rol clave como parte del Programa de Diagnóstico y Tratamiento Fetal del prestigioso centro pediátrico nacional.La intervención, que duró cuatro horas y se desarrolló el pasado 9 de abril, consistió en abrir el abdomen de la madre, extraer el útero, reparar una malformación congénita detectada en la columna de la bebé y volver a cerrar, sin margen de error. Fue la primera cirugía de este tipo realizada íntegramente dentro del sistema público argentino, y marca un antes y un después en la medicina fetal nacional.
Todo comenzó cuando
Luana Campos, una joven embarazada oriunda de Ramallo, envió un correo a Casa Garrahan preocupada por el diagnóstico de su hija por nacer: mielomeningocele fetal, una grave malformación en el tubo neural también conocida como espina bífida. En menos de una semana, ya estaba siendo evaluada en Buenos Aires.
“La médula queda expuesta en la espalda. Puede causar parálisis, incontinencia, hidrocefalia… Si se repara durante la gestación, se disminuyen mucho los riesgos. No se cura, pero mejora la calidad de vida del bebé”, explicó Coria, quien lideró junto a sus colegas
Daniela García y otro grupo de obstetras un protocolo clínico contrarreloj: la cirugía solo podía hacerse antes de la semana 27 y Luana llegó en la 25.
El equipo confirmó el diagnóstico, realizó estudios genéticos y resonancias, y en tiempo récord definió que la paciente era candidata. Con apoyo de instructores de Curitiba, Brasil —referentes mundiales en este tipo de cirugía—, el 9 de abril realizaron el procedimiento.
“La madre fue anestesiada completamente, se expuso el útero fuera del cuerpo, se reparó la lesión espinal del feto y luego se reinsertó el útero”, detalló Coria. El embarazo continuó sin complicaciones, y Samira nació por cesárea de urgencia a las 3:35 del 17 de junio, luego de que se rompiera la bolsa el domingo anterior.
Contra todos los pronósticos, no necesitó cuidados intensivos neonatales. Permaneció con su madre desde el primer momento. “Logramos llegar a la semana 37. Eso, en este contexto, es un éxito inmenso”, remarcó el médico.
Para Coria, egresado de la Maternidad de Tucumán y formado luego en medicina fetal en el Hospital Italiano, este procedimiento representa la cima del intervencionismo intrauterino. “Fue una meta profesional. Estuve años preparándome para esto”, confiesa.
Además de cirugías, el equipo realiza procedimientos menos invasivos como derivaciones fetales o estudios genéticos. Pero este hito establece al Garrahan como centro de referencia regional. El hospital ya ofrece teleconsultas con provincias del interior para evaluar derivaciones complejas.
“En Tucumán hay capital humano, tecnología y ganas. Hay un gran centro de medicina fetal, y estamos en contacto constante. La posibilidad de replicar este modelo en otras provincias existe”, aseguró Coria, quien no descarta volver a su provincia natal en el futuro.
La cirugía a Samira no solo fue un éxito médico, sino un hito institucional. El programa de cirugía fetal del Garrahan se convierte en una referencia para otros hospitales de la región y fortalece el acceso gratuito a procedimientos de alta complejidad para pacientes sin cobertura social.
Samira, mientras tanto, crece. Tendrá un seguimiento integral hasta su mayoría de edad, para monitorear su desarrollo neurológico y motriz. “Tiene el diagnóstico, sí. Pero también tiene una vida con más oportunidades. Nosotros sólo estuvimos ahí para abrirle esa posibilidad”, concluyó el médico tucumano.