Domingo 22 de Junio de 2025, 08:59
Un episodio tan insólito como inesperado ocurrió durante la madrugada de este domingo en Santiago del Estero, cuando un hombre de 38 años, visiblemente ebrio, se presentó en la guardia de la Comisaría Primera con una extraña confesión: había perdido su auto. Sucedió que lo estacionó dejando las llaves puestas y no podía recordar dónde.El hombre, domiciliado en calle Sáenz Peña, relató con dificultades que había salido de su casa rumbo a un bar en calle Roca, entre Urquiza y 9 de Julio, pero al intentar regresar se dio cuenta de que no tenía las llaves ni recordaba dónde había estacionado su vehículo, un Ford Fiesta Kinetic.
Los uniformados, sorprendidos por la situación, decidieron iniciar de inmediato las tareas de localización. Mientras analizaban cámaras de seguridad con apoyo de otras dependencias policiales, recibieron un alerta inquietante: un joven, conocido en el ambiente delictivo, intentaba vender un auto con características similares al buscado.
Siguiendo esa pista, los agentes se dirigieron a la zona de Formosa y Aguirre, aunque inicialmente no pudieron encontrar al sospechoso. Sin embargo, intensificaron el patrullaje hasta que finalmente localizaron el vehículo, estacionado con todas sus medidas de seguridad, en calle 189, entre Rivadavia y Güemes.
Tras averiguaciones, supieron que el conductor del rodado había descendido minutos antes y se dirigía a pie hacia avenida del Libertador. Los efectivos lo interceptaron en la intersección con calle Islas Malvinas.
Gracias a registros fílmicos obtenidos durante la investigación, se logró confirmar que el sospechoso fue quien hurtó el Ford Fiesta en pleno centro de la ciudad. La fiscal de turno,
Silvia Jaime, dispuso la aprehensión inmediata del acusado y el secuestro preventivo del vehículo.
El damnificado, que en principio pensó haber sido víctima de su propio olvido, terminó siendo clave para que la Policía lograra recuperar su vehículo y detener al ladrón en pocas horas. La causa continúa bajo investigación.