"Me llamó tempranísimo, a las 8 y cuarto": Máximo contó qué hace Cristina Kirchner presa

Martes 24 de Junio de 2025, 06:14

En arresto domiciliario, Cristina Kirchner llamó temprano a Máximo para hablar del conflicto en Medio Oriente. Su rutina de lectura, gimnasia y breves saludos al balcón.



El dirigente kirchnerista Máximo Kirchner compartió  una anécdota reveladora sobre su jornada, que comenzó con un llamado temprano de su madre, Cristina Kirchner, quien cumple arresto domiciliario tras ser condenada por corrupción en la Causa Vialidad. 

 "Hoy me llamó tempranísimo, 8 y cuarto, me había levantado recién y empezó con lo del conflicto de Medio Oriente", relató el diputado en una entrevista distendida con Tomás Rebord en el programa de streaming de Blender, vestido con una campera del club Argentino de Quilmes.

En tono cómplice y con risas, Máximo describió cómo Cristina, aún en las primeras horas del día, abordó temas globales. "Empezó con lo del conflicto en Medio Oriente, el tema del precio del petróleo... Sé que es raro a primera hora de la mañana", comentó, destacando la intensidad de su madre. Además, señaló que ella, con más tiempo disponible, no solo discute estos temas, sino que también envía artículos para que él los lea, preguntándole luego por su vida personal.

El diputado continuó narrando la rutina de su madre, quien, según él, "siempre está muy atenta" a las noticias. Más tarde, cerca de las 10:30, Cristina volvió a llamarlo para contarle que había hecho gimnasia, retomando sus actividades en el semipiso de Constitución donde cumple su detención. Máximo expresó alivio al notar que ella mantiene su disciplina, describiéndola como "muy metódica, lee mucho, está informada y es muy firme".

A pesar de esta fortaleza, Máximo admitió que la situación afecta a Cristina. "Estaríamos hablando de un personaje de Marvel pero no lo es, sabe transitar la adversidad", afirmó, resaltando su capacidad para enfrentar el arresto domiciliario, aunque reconoció que es "un momento complejo". También cuestionó el proceso judicial iniciado en 2008 por corrupción en obras de Vialidad Nacional, calificándolo de injusto.

Por la tarde, Cristina salió brevemente al balcón de su domicilio, en un gesto que duró apenas tres minutos. Vestida con jeans y un sweater celeste, saludó a sus seguidores con gestos, arrojó besos y regresó al interior. Las ventanas se cerraron, y la luz de su living se apagó, marcando el fin de su aparición pública del día.

En conjunto, el relato de Máximo Kirchner refleja la combinación de la rutina diaria de Cristina, su interés por los asuntos globales y su resistencia ante las circunstancias adversas, mientras enfrenta las consecuencias de una condena que su hijo considera injusta.   /El Economista