El guía que la acompañaba,
Ali Musthofa, ofreció otra versión:
dijo que solo estaba a tres minutos de distancia y que, al notar su ausencia, volvió a buscarla. “Vi la luz de una linterna en un barranco y oí la voz de Juliana pidiendo ayuda. Le dije que la ayudaría y traté de tranquilizarla”, contó al diario O Globo. A partir de ese momento, comenzó una carrera contrarreloj para rescatarla.
Así fueron sus últimas horas
Una foto de Juliana Marins junto a un grupo de senderistas en la previa de su excursión hacia el volcán RinjaniAunque hay pocos detalles confirmados sobre cómo vivió Juliana esos tres días en el volcán, se sabe que
quedó atrapada en un acantilado de difícil acceso, a unos 350 metros de profundidad. En las imágenes captadas por un dron
se la ve sentada en la ladera, consciente, sin medios para moverse. Según su familia, pasó más de 72 horas sin agua, comida ni ropa adecuada para las bajas temperaturas del lugar. Estuvo completamente sola, esperando ayuda en medio de un terreno hostil, con niebla densa, frío extremo y visibilidad reducida.
Las imágenes que logró el equipo de rescate para localizarla
Mientras tanto,
dos equipos de rescate fueron desplegados por las autoridades indonesias. Sin embargo, las condiciones climáticas y las características del terreno dificultaron gravemente el operativo. El lunes, los rescatistas se vieron obligados a detener la misión al no poder asegurar correctamente el anclaje en la zona. Finalmente,
el martes por la tarde se retomaron las tareas, pero cuando lograron llegar al lugar, Juliana ya no presentaba signos vitales.
La caminata que había iniciado —y que debía durar tres días— es considerada una de las más exigentes del país.
Su familia insiste en que hubo negligencia por parte de los guías, al dejarla sola en un entorno tan riesgoso. La noticia de su muerte generó conmoción, sobre todo en Brasil, donde su historia fue ampliamente compartida. Además del dolor, dejó instalada una reflexión sobre los cuidados que deben garantizarse en este tipo de experiencias turísticas y la responsabilidad de quienes lideran actividades en entornos extremos.
/LaNación