Martes 24 de Junio de 2025, 18:37
En los últimos meses, los intereses de los depósitos a plazo fijo comenzaron a crecer. De hecho, aunque se calcula que la inflación podría terminar por debajo del 30% en 2025, algunos de los principales bancos del país ya pagan más de un 35% por sus colocaciones en pesos a 30 días. ¿Qué está pasando?En promedio, las 28 entidades bancarias más importantes del país, según el Banco Central de la República Argentina (BCRA), abonan un promedio del 31,5% nominal anual (TNA) por sus plazos fijos. Y en algunos casos puntuales, como el del Banco de la Provincia de Córdoba, el rendimiento supera el 35,5%.
¿Por qué suben los plazos fijos?
De acuerdo a los especialistas del mercado, la clave está en cómo el Gobierno está gestionando la liquidez del sistema financiero local.
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Las tasas de los plazos fijos y de los instrumentos a tasa fija como las Lecaps están subiendo porque, tras el fin de la tasa de referencia del BCRA, las entidades financieras comenzaron a fijar los rendimientos en función de la liquidez real del sistema, de forma más libre. En ese contexto, los bancos compiten para captar los pesos disponibles, que cada vez son menos. Esa escasez de liquidez hace que deban ofrecer tasas más altas para retener depósitos”, explicó Leonardo Anzalone, director del Centro de Estudios Políticos y Económicos (CEPEC).
Por su parte, Gonzalo Lacunza, analista en Empiria Consultores, agregó que, administrando la liquidez, el Gobierno “buscará mantener el sistema con pocos pesos en post de que la tasa real de la economía se mantenga elevada, quizás no a los niveles de mayo, pero sí por encima del promedio”.
La oferta de pesos se contrae
Según un informe de la consultora económica 1816, la oferta de pesos no sólo no aumentó en lo que va de junio, sino que se contrajo porque el Tesoro retiró $2 billones del sistema en la licitación de instrumentos financieros del último viernes.
Además, los bancos estuvieron excedidos en la integración de efectivo mínimo en las primeras semanas del mes, lo que provocó una demanda adicional de base monetaria durante algunas ruedas.
“Si uno mira la tasa mayorista de Argentina (TAMAR), estamos actualmente con la tasa real más alta desde que arrancó la era Milei.
Son todos síntomas de lo mismo: al menos en estos días de junio faltaban pesos”, indicaron desde 1816 en su reporte.
En este contexto, Anzalone destacó que
el fenómeno podría ayudar a sostener la demanda de pesos y contener presiones cambiarias, algo fundamental en un año electoral. No obstante, si la suba de tasas persiste por mucho tiempo, “puede encarecer el crédito y enfriar el nivel de actividad”. “El desafío está en encontrar un equilibrio que consolide la desinflación sin frenar mucho la recuperación”, mencionó el ejecutivo.
En esta línea, Lacunza sumó que, “en el trade off de corto plazo entre inflación y actividad, el Gobierno priorizará sostener el proceso desinflacionario aunque eso signifique sacrificar menor recuperación de la actividad”.
Por Gonzalo Andrés Castillo /
Ambito