Se multiplican las dudas y las sospechas en torno al robo del celular del gobernador Jaldo

Miércoles 25 de Junio de 2025, 06:59

LILIANA CARRIZO. "Pampita", como se la conoce, negó ser la autora del robo y hay indicios que respaldan su postura, al tiempo que acrecientan las dudas y sospechas sobre el suceso.



Lo que comenzó como un aparente hecho de inseguridad común durante un acto oficial, hoy es investigado como un posible mensaje con intencionalidad política. La Justicia tucumana y la Policía buscan determinar quién fue el verdadero autor del hurto del celular del gobernador Osvaldo Jaldo, ocurrido el miércoles pasado en el salón de fiestas Rocío, y si detrás del episodio hay algo más que un simple arrebato.

La única detenida hasta ahora es Liliana “Pampita” Carrizo, quien fue aprehendida ese mismo día y al día siguiente recibió prisión preventiva por 30 días, ante la sospecha de que podría entorpecer la investigación. Carrizo, que cursaría un embarazo de tres meses, se encuentra alojada en la alcaldía de Delfín Gallo. Sin embargo, su defensa y nuevas evidencias sugieren que ella no fue quien sustrajo el celular, sino que alguien más se lo habría entregado.

Desde el primer momento, Carrizo negó haber tomado el teléfono del bolsillo del gobernador. Afirmó que el dispositivo le fue dado por otra persona, aunque no identificó a quién. Esa versión se vio fortalecida por una imagen captada con el mismo celular, en la que ella aparece —lo que descartaría la posibilidad de que haya sido la responsable directa del robo.

Otro dato que refuerza esa hipótesis es que envió mensajes a su pareja, residente en Córdoba, antes de que la Policía allanara su casa. En esos textos, habría informado sobre la tenencia del celular y recibió como sugerencia publicarlo en redes sociales para evitar problemas legales. Esa publicación nunca se concretó, pero deja en evidencia que Carrizo no ocultaba la existencia del dispositivo.

A pesar de estos indicios, la acusada no declaró en la audiencia en la que se le formularon los cargos. Su defensora, Emilia Giselle Ale, se limitó a decir que no haría comentarios mientras la investigación esté en curso.

El caso ha puesto el foco sobre la comuna de Los Pizarro, donde Carrizo trabajaba y —según varios testigos— recibía beneficios laborales. En esa misma comuna se desempeña el hermano de José Roldán, el ex secretario de Hacienda de Alberdi vinculado a una causa por asociación ilícita, lavado de activos y narcotráfico, junto con el ex intendente Luis “Pato” Campos y su pareja, la legisladora Sandra Figueroa.

Las coincidencias no pasaron desapercibidas. Las autoridades investigan si la comuna pudo haber tenido un rol indirecto o logístico en el hecho, o si el robo fue parte de una maniobra política más amplia. Por ahora, el comisionado Héctor Farfor evitó dar detalles sobre las funciones que desempeñaban Carrizo y el hermano de Roldán.

“No descartamos ninguna hipótesis”, afirmó el jefe de Policía Joaquín Girvau, quien confirmó que se están analizando tanto las circunstancias del hurto como el listado de asistentes al acto. La pregunta que atraviesa la causa sigue sin respuesta: si “Pampita” no hurtó el celular de Jaldo, ¿quién lo hizo y con qué fin?