Miércoles 25 de Junio de 2025, 20:04
El ciclo del defensor en el club parece agotado. No sumó ni un minuto en Estados Unidos y su tensa relación con Miguel Ángel Russo en Miami terminó de empujar su salida. Con contrato hasta fin de año, en Boca no descartan rescindirle anticipadamente si aparece una oferta, aunque por ahora las puertas de Estudiantes de La Plata, su posible destino, parecen cerradas. Si otro club se interesa, la dirigencia le facilitará la salida.
La lista de jugadores con las valijas listas es larga y no solo incluye a Rojo. Sergio Romero y Frank Fabra son otros dos nombres fuertes que podrían dejar el club en las próximas semanas. Ambos tienen contrato vigente hasta diciembre, pero, según trascendió, si encuentran un nuevo destino, la dirigencia les permitirá irse sin trabas. Incluso, no se descarta que puedan negociar sus salidas con el pase en su poder.
Otro de los señalados es Luis Advíncula. El lateral peruano, con contrato hasta 2026, ya no está en los planes a largo plazo. En Boca consideran que su ciclo está cumplido y que sus rendimientos recientes, con errores puntuales, aceleraron la necesidad de renovación. Si bien el defensor aceptaría cerrar su etapa en el club, su continuidad dependerá de que aparezca una oferta concreta. Si no se da, seguirá siendo parte del plantel.
El caso de Exequiel Zeballos es diferente. El “Changuito” nunca logró explotar como se esperaba y, a sus 23 años y con más de 100 partidos en Primera, en Boca creen que es el momento de buscarle una salida. Sin embargo, su situación no es tan urgente como la de otros jugadores: si no es transferido, continuará en el plantel y tendrá lugar para pelear un puesto.
Además, varios nombres que perdieron terreno hace tiempo serán negociados o quedarán libres una vez que finalicen sus contratos. En esa nómina están Cristian Lema, Javier García, Lucas Janson, Agustín Martegani, Esteban Rolón, Ignacio Miramón (quien está a préstamo desde Lille hasta fin de año) y Marcelo Saracchi. Este último es quizás el caso más llamativo: comenzó el año como titular, pero hoy está muy relegado en la consideración del cuerpo técnico y tampoco cuenta con el respaldo de los hinchas.
El malestar de la hinchada por los flojos resultados de los últimos años se profundizó tras la eliminación en la Fase 2 de la Copa Libertadores ante Alianza Lima y explotó luego de la caída contra Independiente en los cuartos de final del Torneo Apertura. La frustración de los hinchas, sumada al flojo cierre en el Mundial de Clubes, derivó en la decisión de iniciar una limpieza a fondo.
Boca cierra este capítulo internacional con un golpe deportivo y emocional que obliga a revisar las bases del plantel. La reestructuración ya comenzó y promete traer más cambios en las próximas semanas. Es el fin de un ciclo para varios históricos y el inicio de una nueva etapa que buscará recuperar la identidad y la competitividad que el club reclama. /A24