Viernes 27 de Junio de 2025, 05:13

MANO DERECHA. Carlos “Kokoz” Rodríguez fue hombre de confianza del ex secretario de Hacienda de Alberdi José Roldán. Hace un año está preso en Salta por un doble crimen con claros vínculos con el narcotráfico.
El asesinato a sangre fría de Wilson Abdala Zutara y Ariel Ledezma Salinas, ocurrido en mayo de 2024 en un paraje rural de Orán, Salta, dejó en evidencia oscuros vínculos entre el narcotráfico internacional y actores políticos del municipio tucumano de Juan Bautista Alberdi.Ambas víctimas, de nacionalidad boliviana y con antecedentes por tráfico de estupefacientes, fueron halladas sin vida, con signos de tortura y disparos en la nuca, en un crimen con claras características mafiosas. Las pesquisas apuntan a que los fallecidos viajaron desde Tarija con destino a Orán para cerrar un negocio con tres personas, entre ellas dos tucumanos, uno de ellos con lazos con el poder político.
El encuentro, que debía sellar una transacción aún no del todo esclarecida, derivó en un brutal asesinato: los cuerpos de Abdala Zutara y Ledezma Salinas fueron hallados atados con precintos, ejecutados a quemarropa. Los investigadores sospechan que se trató de una represalia relacionada al tráfico de drogas o al incumplimiento de un acuerdo narco.
Uno de los datos más llamativos es que Abdala Zutara habría intentado radicarse comercialmente en Tucumán, gestionando la apertura de un local de venta de celulares con un domicilio falso en San Miguel de Tucumán, según surgió de las primeras averiguaciones.
Con el avance de la investigación, realizada en coordinación con el fiscal salteño Miguel Varela, fue detenido Elvio Díaz, procurador, puntero político en Orán y referente del club de rugby local, La Querencia. Días después se entregó voluntariamente Carlos “Kokoz” Rodríguez, estrecho colaborador de José Roldán, ex secretario de Hacienda del municipio de Alberdi. Ambos continúan detenidos en una prisión salteña, con más de un año bajo prisión preventiva.Rodríguez fue señalado como la mano derecha de Roldán, actualmente investigado por la Justicia Federal en otra causa por asociación ilícita y narcotráfico, junto al ex intendente
Luis “Pato” Campos. Este último deslindó responsabilidades: “Ni Roldán ni yo teníamos por qué conocer las actividades privadas del empleado”, declaró públicamente.
Aunque Díaz negó cualquier relación con el crimen, admitió haber viajado como intermediario para ofrecer una avioneta y campos en Alberdi a las víctimas, lo que despertó sospechas sobre el posible uso del municipio como zona de vuelos narcos. Rodríguez, por su parte, se justificó diciendo que solo trasladó a Díaz para que colaborara con la situación económica del club Deportivo Marapa, presidido por Campos. “No tenía sentido que el club estuviera en crisis”, afirmó.
Rodríguez, por otro lado, ya figura en otras investigaciones como socio logístico en operaciones narco presuntamente lideradas por Roldán.
A pesar de los indicios, la justicia salteña abordó el caso como un conflicto por tráfico de divisas, sin profundizar en la red criminal más amplia que vincula a Tucumán con Bolivia. Sin embargo, con los nuevos escándalos surgidos a partir de las investigaciones por corrupción y narcoestado en Alberdi, se reavivó el interés por esta causa y crecieron los interrogantes.
El caso deja al descubierto la porosidad institucional y la complejidad de las tramas narco-políticas que cruzan el norte argentino, en una región cada vez más señalada como corredor de tránsito y lavado de activos del narcotráfico internacional.
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