Sábado 28 de Junio de 2025, 18:12

Cristina Kirchner
Mientras el juez Daniel Rafecas aceptó esta semana habilitar un histórico juicio en ausencia contra diez libaneses e iraníes acusados por la AMIA, un tribunal oral pondrá en las próximas semanas fecha de inicio al proceso oral por el encubrimiento de cinco iraníes en el atentado de 1994 contra Cristina Kirchner y otros imputados.Los miembros del reconformado Tribunal Oral Federal 8 (TOF 8) , Andrés Basso, Rodrigo Giménez Uriburu y Javier Ríos anunciarán la fecha “antes del acto por el 31° aniversario del atentado terrorista” que dejó 85 muertos, el próximo 18 de julio, informaron a Clarín fuentes judiciales.
La Corte ordenó, en diciembre la realización de ese juicio oral y luego asignó una serie de empleados y otros recursos al TOF 8 y según las fuentes, éste “ya está en condiciones” de poner la fecha de inicia al juicio contra la ex presidenta que más repercusión internacional tendrá.
Así Cristina se sentará otra vez en el banquillo de acusados pero esta vez junto al líder piquetero Luis D’Elía y el de Quebracho, Fernando Esteche, entre otros acusados, de haber encubierto en la causa AMIA a esos iraníes según la denuncia que el fiscal Alberto Nisman hizo unos días antes de su asesinato.
El impulso de la puesta en marcha del juicio en ausencia –un sistema procesal inédito en Argentina-, también rreactivó un caso conexo por la pérdida o destrucción de pruebas y un informe secreto que había confeccionado el ex director de Contrainteligencia de la SIDE, Antonio Stiuso.
Así ese histórico juicio en la causa central, luego de 31 años, empuja las causas satélites que giran alrededor de ella como esa que investigan el juez federal Julián Ercolini y el fiscal Carlos Stornelli quienes ccitaron testigos para luego de la feria judicial de invierno. Los imputados en el caso son el ex jefe de la SIDE K Oscar Parrilli y el ex director de Contrainteligencia Rodolfo Tailhade, entre otros.
El primer impulso a esta causa se lo dio en marzo pasado la Sala II de la Cámara Federal de Casación Penal que atribuyó la responsabilidad de ese ataque a la mutual judía que dejó 85 muertos a Irán y lo describió como un "Estado terrorista" y autor de un delito de lesa humanidad.
En esa resolución, los jueces Diego Barroetaveña, Carlos Mahiques y Angela Ledesma recordaron la existencia del expediente N° 4.272/2015, donde se investiga la supuesta pérdida de material probatorio vinculado a la investigación del atentado a la AMIA, en particular entre 24 y 30 discos compactos que contenían intervenciones telefónicas de los días anteriores y posteriores al atentado.
Es “imperiosa necesidad de que se esclarezca, con la mayor premura posible, cómo aconteció el hecho, quiénes intervinieron y cuál fue el destino final de aquella documentación extraviada”, destacó el fallo de Casación en el pedido dirigido a Ercolini y Stornelli.
Esa destrucción de pruebas tuvo lugar, luego de que Stiuso fuera echado en diciembre de 2014 de la SIDE y en su lugar se nombrara al actual diputado K Tailhade, en el marco del cambio de la cúpula del organismo y la cada vez, mayor influencia, del entonces jefe del Ejército, general César Milani.
Y antes de que el secretario general de la Presidencia de entonces, Carlos Zannini, pidiera a Nisman y a Stiuso dejar de investigar a Irán como supuesto autor intelectual del atentado a la AMIA.
Entre el material perdido o destruido estaba un informe del ex espía donde describía con detalles qué era lo que el entonces presidente de Irán Mahmud Ahmadinejad había pedido a su colega venezolano Hugo Chávez que solicitara a Argentina para su plan secreto de enriquecimiento de uranio con fines militares.
Sin embargo, se salvó un borrador del informe que había escrito Stiuso en 2012 y que incluso contenía anotaciones suyas a mano, según fuentes de tribunales. En esa época, un gerente de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) era informante de Stiuso.
Ese informe que guarda en secreto la justicia argentina es similar al dossier que Stiuso entregó al gobierno de Barak Obama para obtener asilo político en EE.UU. En esta nota, Stiuso confirma que el presidente de la República Bolivariana de Venezuela Hugo Chávez le pidió primero a Néstor y luego a Cristina reanudar el intercambio nuclear con Irán, suspendido por Carlos Menem en 1991.
En el documento, Stiuso revela que en 2006 el reactor de Teherán había sufrido "un recalentamiento de su núcleo porque se le habría introducido un material desconocido para producir plutonio con fines militares". Y necesitaban científicos argentinos para arreglarlo.
En forma adicional, ese mismo año Irán “tenía problemas para la purificación del uranio” y como el que producía tenía “demasiadas impurezas” le hacía “imposible” su uso en sus centrífugas para enriquecer uranio al porcentaje militar, es decir entre 60 o 90 por ciento. Estos problemas después los superó con ayuda de científicos de Paquistán y hace dos semanas había acumulado 400 kilos de uranio enriquecido al 60 por ciento que no se sabe si fueron destruidos por los bombarderos de EE.UU. e Israel.
Desde la suspensión de aquel envío habían pasado 15 años, recordó Stiuso, y esas eran muestras del “daño infligido” al plan nuclear iraní con fines militares de lo cual estaban al tanto Néstor y Cristina.
En otro párrafo del dossier, Stiuso cita declaraciones del ex subsecretario de Estado para Asuntos de Hemisféricos de George Bush padre, de Roger Noriega quien afirmó que el verdadero motivo de Irán para desembarcar en América Latina no era el comercio sino “desarrollar su plan nuclear”.
“Lo importante no es lo que Nisman podía probar sino lo que los iraníes pensaron que iba a decir. Los iraníes y el gobierno de Cristina Kirchner estaban muy en contacto sobre lo que Nisman estaban investigando y lo que podía revelar”, agregó Noriega.
El dossier de Stiuso a la administración demócrata contiene aún más revelaciones sobre el móvil nuclear del atentado. Citó la entrevista que le hicieron en Teherán al ex canciller iraní Ali Akbar Velayati y a Rabbani en mayo de 2015 los enviados del programa de C5N del periodista K Gustavo Sylvestre.
Cuando le preguntaron a Velayati –uno de los cinco iraníes prófugos de la Justicia argentina y que será sometido al juicio en ausencia- si aceptaba ser interrogado como pactó Cristina con Irán contestó:
- ¿Ustedes estarían de acuerdo con que los funcionarios argentinos que actuaron contra el acuerdo con Irán y dejaron de vender el uranio enriquecido al 20% sean juzgados aquí en Teherán?
En su primera declaración testimonial en la causa por el crimen de Nisman, Stiuso dijo que confirmó ese pedido por varias fuentes. Una de las más importantes fue “un cable de la Cancillería donde una embajada argentina decía que Rusia había suspendido su ayuda nuclear a Irán y que éste iba a buscar esa cooperación en América Latina (Argentina).”
Otra era la primicia publicada por la revista brasileña Veja que reveló que en el 2007 el entonces presidente iraní Mahmud Ahmadinejad le pidió a Chávez en Caracas que interceda ante Néstor Kirchner pero éste siempre se negó.
La “mediación” de Chávez entre Argentina e IránEl 13 de enero de 2007 el entonces presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, arribó a Caracas para su segunda visita a Venezuela, país con el cual había trabado una alianza estratégica.
Chávez le dio la bienvenida en el Palacio de Miraflores acompañado sólo por su jefe de su seguridad, el capitán del Ejército Leamsy Salazar, el intérprete y un puñado de funcionarios de alto nivel ambos países. La conversación giró sobre los acuerdos bilaterales, las inversiones petroleras y otros temas que se financiaban con un fondo común de 2 mil millones de dólares. Entonces, Ahmadinejad le dijo Chávez que necesitaba un favor. Según la revista brasileña Veja, el diálogo fue el siguiente:
- Ahmadinejad: Es una cuestión de vida o muerte. Necesito que haga de intermediario con la Argentina para conseguir una ayuda para el programa nuclear de mi país. Necesitamos que Argentina comparta con nosotros su tecnología nuclear. Sin la cooperación del país, será imposible avanzar en nuestro programa.
- Chávez: Muy rápidamente haré eso compañero.
- Ahmadinejad: No te preocupes por los costos involucrados en esta operación. Irán apoyará con todo el dinero que se necesita para convencer a los argentinos. Tengo otra cosa. Preciso que desaliente a la Argentina de insistir con Interpol para que capture a las autoridades de mi país (por el atentado a la AMIA).
El acuerdo que Chávez puso en marcha, según la revista brasileña, incluiría intercambio sobre tecnología nuclear: "Los argentinos también debían compartir con los iraníes su larga experiencia en reactores nucleares de agua pesada, un sistema antiguo, caro y complejo, pero que permite la obtención de plutonio a partir de uranio natural".
En su denuncia en la causa del crimen de Nisman, la líder de la Coalición Cívica Elisa Carrió afirmó “técnicos argentinos” fueron llevados en forma clandestina a Irán y que incluso uno de ellos había muerto en la guerra civil en Siria, luego de descartar una reanudación de una cooperación nuclear en forma oficial a través de la CNEA o INVAP.
¿Argentina llegó a trasferir tecnología nuclear al régimen iraní?El ex jefe de Relaciones Internacionales de la CNEA, ex asesor de la OIEA y hoy consultor internacional independiente radicado en Austria, el ingeniero nuclear Darío Jinchuk, descartó la hipotética triangulación de uranio enriquecido porque Irán está más avanzado que la Argentina en la materia y su tecnología se basa en el uso de centrífugas y la de nuestro país en la difusión gaseosa, en la planta de Pilcaniyeu, cerca de Bariloche.
“Lo que Irán podría haber necesitado de Argentina en esos años más que uranio enriquecido, eran suministros o tecnología para terminar el reactor de Arak, que funciona con agua pesada y uranio natural. En eso sí tenemos una tecnología más desarrollada que Irán”, explicó.
El reactor de Arak “es importante para los iraníes porque les abre la puerta a la otra materia prima necesaria para hacer una bomba atómica: el plutonio”, subrayó.
El plutonio se obtiene luego de procesar, en instalaciones especiales, el combustible gastado que se extrae de un reactor como el de Arak o de las centrales nucleoeléctricas argentinas de Atucha I o Embalse. El combustible gastado está en esas largas barras que se colocan en el núcleo de un reactor.
El especialista dijo que ese reactor de Arak “podría producir el plutonio necesario para, luego de purificado, hacer la bomba. Ahí Argentina tiene una tecnología muy desarrollada, tanto en el tema del reactor de investigación como en el del agua pesada”.
“Tenemos una planta de agua pesada en Arroyito, Neuquén, que es un ejemplo en el mundo. O sea que por ese lado podría haber algún tipo de colaboración”. Por esa razón, concluyó que “si hubo algo para mi tiene que haber sido por más por el lado del agua pesada que por el lado del uranio enriquecido”.
La bomba que EE.UU. lanzó contra Hiroshima en 1945 era de uranio enriquecido. Luego, EE.UU., Rusia, Francia o Gran Bretaña, entre otros, pasaron a construir bombas de plutonio que son más fáciles de construir y menos pesadas, entre otras ventajas.
Por su parte, el ex director de la CNEA, ingeniero industrial y docente de la Universidad Tecnológica Nacional Pablo Lacoste es “poco imaginable” que la CNEA e INVAP que tuvieron un comportamiento histórico responsable hayan consentido ahora triangular tecnología nuclear a Irán.
“Aun así, los antecedentes de diplomacia paralela obrantes en otros rubros en la política exterior de los últimos 12 años, dejan margen a la sospecha”, señaló el experto en una alusión implícita al dirigente piquetero Luis D’Elía, un férreo defensor de la política militar de Irán.
Paralelamente, “Irán estaba interesado en obtener la tecnología para construir una planta de agua pesada, lo que no avanzó ya que la Argentina no había terminado el desarrollo de la Planta Experimental de Agua Pesada (PEAP)” que iba a estar en Atucha.
La República Islámica de Irán “dispone de dos instalaciones industriales, la de Natanz, cuya existencia fue revelada en 2002 y la subterránea a prueba de bombardeos de Fordow”. Ambas fueron bombardeadas por EE.UU. la semana pasada y la segunda, donde estaban las centrífugas, sufrió el ataque con bomba antibuker GBU-75.
El ex director de la CNEA abonó, también, luego la hipótesis del plutonio. “En la línea del plutonio como camino a la bomba, el régimen de Ahmadinejad podría haber pensado en Argentina para fortalecer sus actividades vinculadas a su reactor de uranio natural-agua pesada”.
En el terreno “de la línea uranio natural-agua pesada y las llamadas celdas calientes, que son los recintos donde se realiza el reprocesamiento, la Argentina tiene experiencia y podría contribuir. En esta línea, Irán tiene en Arak, un reactor de investigación y producción de radioisótopos de uranio natural de 40 MW”, precisó Lacoste.
Sin embargo, “la Argentina no tiene experiencia en reactores de investigación de agua pesada (aunque sí de potencia, Atucha I) y tampoco en plantas de agua pesada tecnología sulfídrico como la de Arak. La planta experimental de agua pesada, de esta línea, fue desmantelada antes de ponerse en marcha hace más de 10 años, y la planta industrial de Arroyito, Neuquén es de una tecnología totalmente distinta”.
La cooperación nuclear histórica con IránLa historia de las relaciones nucleares entre ambos países comenzaron en los 70 cuando se firmó el primer contrato nuclear con Irán, auspiciado por la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) y EE.UU. durante el gobierno del Sha. Consistió en modificar el núcleo del reactor de investigación de Teherán para que pasara de trabajar con elementos combustibles del 90% al 20% de uranio enriquecido. Este contrato se cumplió. Con menos de 20%, el uranio no sirve para armas artefactos nucleares. Con la Revolución Islámica de 1979, la cooperación se suspendió.
Luego durante el gobierno Raúl Alfonsín (1983-1989) se restableció la cooperación nuclear con países del Movimiento de Países No Alineados, como Egipto y Argelia y “se retomaron las negociaciones con Irán tendientes a restablecer la cooperación en energía atómica”, recordó Lacoste.
“La reforma del reactor se concluyó en el ’89, mientras que los envíos de combustibles se completaron en el ’93. Esta fue la primera, y única, cooperación culminada sin inconvenientes” subrayó el ingeniero Lacoste.
Durante el gobierno de Raúl Alfonsín se firmaron otros dos contratos entre Irán y Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). Eran para la construcción de una planta piloto de purificación de uranio natural y otra de fabricación de elementos combustibles para reactores de potencia, eran con fines pacíficos y estaban autorizados también por la OIEA.
El 3 de octubre de 1988 se firmó un trato para remitir a Irán elementos para la provisión de la Planta Piloto de Conversión y Purificación de Uranio (CPP-PT 716). El monto por comercializar era de 9.742.000 dólares.
El segundo convenio, del día siguiente, era para la exportación de una planta piloto para fabricación de elementos combustibles nucleares con uranio natural (FMPP-pt 717). Ese contrato era de 14.898.000 dólares.
En diciembre de 1991 las primeras piezas de aquellas plantas estaban a punto de ser embarcadas en el puerto de Campana cuando el entonces segundo de la embajada de EE.UU., James Walsh, llamó al vicecanciller Juan Carlos Olima para pedir la suspensión de la exportación. Olima solicitó luego a la empresa estatal Investigaciones Aplicadas (INVAP), la contratista de la CNEA, que parara el embarque.
Al otro día el presidente George Bush (padre) llamó a Menem y luego éste ordenó la cancelación definitiva del embarque. Y la suspensión de ese embarque, que retrasó 15 años el programa nuclear iraní, habría sido el motivo del atentado contra la AMIA según Nisman y Stiuso. /
Clarín
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