El injusto y absurdo final de Ángel Di María en Benfica: dos eliminaciones en un día y un partido que duró casi 5 horas
Domingo 29 de Junio de 2025, 09:57
Fideo fue la gran figura del equipo portugués, que llevó a Chelsea de Enzo Fernández al alargue después de que el octavo de final estuviera casi dos horas detenido por protocolo de tormentas.
Un absurdo total. Eso fue lo que ocurrió durante el duelo entre Chelsea y Benfica, que fue suspendido a los 40 minutos del segundo tiempo por una alerta de tormenta en Charlotte. Según se explicó, un rayo cayó a 8 millas del Bank of America y se activó el protocolo de Estados Unidos al que la FIFA tiene que acatar. Lo llamativo fue que el cielo no estaba cargado ni mucho menos. Bastante más: no llovió, salió el sol y hasta se vislumbró un arco iris. El choque recién se completó tras casi dos horas de espera y Ángel Di María mandó todo al tiempo suplementario tras un penal sancionado vía VAR por mano de Malo Gusto luego de un cabezazo de Nicolás Otamendi. Ya en la definición, Chelsea, que ya no tenía a Enzo Fernández en cancha, se mostró mejor desde lo físico y se clasificó con un 4-1. ¿Pero alguien podría imaginar qué hubiese pasado si, por ejemplo, la final de Argentina-Francia en Lusail se paraba a falta de cinco minutos por una amenaza de tormenta? Algo deberá ajustar la FIFA de cara al Mundial de 2026. “Quedan cinco minutos”, le suplicó Marc Cucurella al árbitro Slavko Vincic cuando el juego se paró. “Son las reglas”, le respondió juez. Así, los jugadores se fueron al vestuario cuando en el cielo no se vislumbraba una gran amenaza. Los hinchas, en tanto, también tuvieron que abandonar sus butacas.
Hasta la suspensión, el que estaba sonriente en el cruce de campeones del mundo fue Enzo Fernández: se imponía en el mano a mano ante sus amigos Di María y Nicolás Otamendi. Y estaba bien que así sea porque los de Londres fueron muy superiores. Todo hasta que apareció el VAR y la definición infalible del Fideo, que metió los cuatro penales que ejecutó y que se despidió de gran modo del conjunto luso: jugará ahora en Rosario Central, que paradójicamente también quedó eliminado en Copa Argentina contra Unión. La diferencia que existió en la primera parte entre el muy buen Chelsea y el flojo Benfica no tuvo su correspondencia en el resultado por las atajadas de Anatoliy Trubin. El nacido en Ucrania hace 23 años y de 199 centímetros es, por bastante margen, el mejor arquero del Mundial de Clubes y la sensación es que más temprano que tarde alguno de los colosos de Europa posarán sus ojos en él. Trubin (que arribó al elenco luso en 2023 proveniente de Shakhtar, donde debutó con 17 años) ya había sido figura estelar ante Bayern Múnich y lo volvió a hacer en el calor de Charlotte frente a los portugueses. Solo por sus manos los de Enzo Maresca no se fueron al descanso en ventaja de uno o más goles.
Y con un golazo pudo el conjunto inglés batir al bueno de Trubin. Lo anotó Reece James de tiro libre: recostado sobre la izquierda, engañó con un supuesto centro al área y la clavó abajo, al lado del palo derecho del arquero, que tal vez pudo hacer algo más. Desde la barrera, Di María observó la hermoso rosca que llevaba la pelota.
El alerta por tormenta se activó y el encuentro se suspendió cuando quedaban 5 minutos. Dos horas más tarde volvieron y a Benfica le quedarían algunas bochas largas para la heroica. Y en una, Otamendi cabeceó por el fondo y la pelota le pegó en la mano a Gusto, que estaba de espalda. El VAR llamó y Di María no perdonó para viajar al suplementario.
La definición comenzó con la roja del argentino Gianluca Prestianni. Y fue un quiebre porque Chelsea se aprovechó de la superioridad. Cayeron los goles de Nkunku, Neto y Dewsbury-Hall para la amarga despedida Di María, que regresará al fútbol local dejando atrás 216 partidos, 50 goles, 53 asistencias y 5 títulos en Benfica. Sí, Fideo -ante la mirada de Jorgelina Cardoso y sus hijas- dijo adiós en un partido que duró 4 horas y 37 minutos... /Clarín