Lunes 30 de Junio de 2025, 09:00
La Libertad Avanza Tucumán emitió un comunicado en el que cuestiona al Gobierno provincial por la decisión de suspender las clases presenciales debido a la ola de frío polar que afecta a la provincia. Sin embargo, la medida tomada por el Gobierno se produjo en un contexto extraordinario: tras 15 años, volvió a nevar en Tucumán, y la ola de frío llegó de forma repentina, con temperaturas extremas que pusieron en riesgo el normal funcionamiento de las escuelas.
Mientras la provincia enfrenta días de temperaturas bajo cero y condiciones inéditas, desde LLA criticaron la medida con el argumento de que la educación es un servicio esencial que “no se toca”. Lo que llama la atención es que el espacio político parezca priorizar la confrontación antes que evaluar el contexto real, utilizando una situación de emergencia climática para cuestionar al Gobierno provincial.
La suspensión de clases, de carácter excepcional, busca resguardar la salud de alumnos y docentes ante aulas sin calefacción adecuada y sistemas de infraestructura escolar que no estaban preparados para temperaturas tan extremas. El frío extremo no solo afectó a Tucumán sino a todo el norte argentino, causando complicaciones en la circulación, la asistencia de docentes y el funcionamiento de las escuelas, poniendo en riesgo la salud de los estudiantes.
La educación debe ser una prioridad, pero también lo es la seguridad y el bienestar de la comunidad educativa. En lugar de enfocarse en críticas que poco aportan, el contexto amerita una mirada realista y responsable, reconociendo que la suspensión de clases por frío extremo es una medida de cuidado en un hecho climático extraordinario, no una excusa del Gobierno provincial.