Martes 01 de Julio de 2025, 21:50

La equivocación de un estudiante con ChatGPT causó revuelo en TikTok.
Las
situaciones embarazosas han encontrado en las
plataformas digitales un escaparate perfecto, y el
creador de contenido sevillano Manu Rivas lo vivió en carne propia. En un episodio que captó la atención de miles de usuarios, Rivas
envió accidentalmente un correo inacabado a su tutor del Trabajo de Fin de Grado (TFG), en el que dejaba al descubierto que parte del texto había sido
generado con ayuda de ChatGPT. El desliz evidenció hasta qué punto la inteligencia artificial se ha integrado en la vida académica de muchos estudiantes.
La intención de Rivas era
solicitar un cambio de tema para su TFG, ya que los propuestos inicialmente no se alineaban con sus intereses ni motivaciones personales. Según relató en un video de TikTok, redactó un borrador explicando su petición… pero
un clic prematuro lo envió antes de tiempo.
El mensaje, que comenzaba con un genérico
“Soy el estudiante de [Tu grado y especialidad]…”, incluía frases sin personalizar, claramente sacadas de una plantilla o redactadas con
ayuda del chatbot. El tutor, al notarlo, no dejó pasar el detalle y respondió con una mezcla de
ironía y formalidad.
A pesar de que Rivas intentó
rectificar el error enviando un correo de disculpa, la respuesta del docente fue tajante. En ella, además de evidenciar el
uso de inteligencia artificial, recomendaba al estudiante contactar con la coordinación del TFG para solicitar un cambio de tutor. El correo cerraba con una fórmula cortés pero firme: “Un cordial saludo, [Nombre del Tutor], Tutor TFG, [Nombre del Departamento], Universidad [Nombre de la Universidad]”.
El video en el que Rivas narraba la situación se viralizó rápidamente en
TikTok, alcanzando 1.1 millones de visualizaciones, 120 mil “me gusta” y más de 600 comentarios.
Las reacciones fueron diversas: desde quienes se reían del incidente, hasta quienes cuestionaban el uso indiscriminado de IA en contextos académicos.
Algunos
comentarios ironizaban sobre el asunto: “Usar ChatGPT hasta para pedirle al profesor cambiar el TFG... que alguien me lo explique”. Otros, en cambio, planteaban
reflexiones más serias: “Preocupa que haya quien defienda al alumno y critique al profesor. Estás a punto de graduarte, hay ciertos mínimos que cumplir”. Y, como era de esperarse, también hubo bromas: “Haz el TFG sobre el uso de la IA, JAJAJAJA”.
Este episodio abre un debate importante sobre el
papel de la tecnología en la educación superior. Más allá de la practicidad que ofrece, se pone en tela de juicio la
responsabilidad y los valores con los que se enfrenta la
vida universitaria.
La experiencia de Manu Rivas, aunque incómoda, sirve como recordatorio de que las herramientas de inteligencia artificial, si bien útiles, requieren un uso consciente y ético, especialmente en entornos académicos y profesionales.
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