Jueves 03 de Julio de 2025, 06:15

DETENIDO. El ex policía Darío Pérez (izq) pasó de su casa en Lules al penal de Villa Urquiza, donde se cuenta con un espacio para alojar a uniformados que quebrantaron la ley.
Después de casi dos décadas de uno de los crímenes más impactantes del poder judicial tucumano, todo indica que el ex policía Alejandro Darío Pérez finalmente enfrentará lo que durante años logró esquivar: la pena de prisión perpetua por el asesinato del juez de Menores, Héctor Agustín Aráoz. El paso final se concretará, según confirmaron fuentes judiciales, tras la feria judicial que comienza el próximo lunes.El caso conmocionó a Tucumán en noviembre de 2004, cuando Aráoz fue hallado sin vida en su domicilio de avenida Aconquija al 2.900, víctima de diez disparos. La brutal ejecución reveló un entramado de vínculos personales y policiales que, con el correr del tiempo, se tornó en un escándalo institucional.
La investigación inicial, encabezada por el fallecido fiscal
Guillermo Herrera, concluyó que el crimen tuvo un móvil pasional.
Ema Gómez, ex agente de policía y amante del magistrado, también mantenía una relación paralela con Pérez, un efectivo separado de la fuerza por sospechas de múltiples ilícitos. Ambos fueron acusados como autores materiales del homicidio. También se imputó a otros tres oficiales —el comisario
Rodolfo Domínguez y los agentes
Andrés Fabersani y
Rubén Albornoz— por supuesta participación o encubrimiento.
En 2011, siete años después del crimen, un tribunal condenó a Gómez a 15 años y a Pérez a 18 años de prisión por homicidio simple, dejando fuera la figura de alevosía. Fabersani fue sentenciado a seis años por encubrimiento, mientras que Domínguez y Albornoz resultaron absueltos. A pesar de las condenas, los jueces permitieron que los culpables permanecieran en libertad hasta que la sentencia quedara firme, lo que abrió la puerta a una nueva fuga.
La fiscala de Cámara
Juana Prieto de Sólimo y el querellante
Dante Ibáñez apelaron ese fallo.
En diciembre de 2013, la Corte Suprema de Justicia de Tucumán dio un giro al caso: anuló el fallo anterior y ordenó una nueva sentencia, esta vez bajo la figura de homicidio agravado por ensañamiento, lo que impone prisión perpetua. En ese momento, Pérez escapó y dejó a Gómez como la única que escuchó la pena en 2015.Tras años de silencio y especulaciones sobre su paradero, Pérez fue finalmente localizado esta semana gracias a una investigación del fiscal Gerardo Salas. Personal del Equipo Científico de Investigación Fiscal y de la división de Homicidios lo detuvo durante un allanamiento en su domicilio de Lules, cuando buscaban dispositivos electrónicos para rastrearlo.
El fiscal Salas no perdió tiempo: solicitó prisión preventiva por seis meses y dejó el caso en manos de la fiscal de Cámara Marta Jerez. La Sala I del régimen conclusional, integrada por los jueces María Fernanda Bahler, Wendy Kassar y Antonio Gutiérrez, será la encargada de resolver la medida cautelar.
Por razones de seguridad, Pérez fue trasladado al penal de Villa Urquiza y no a la cárcel de Benjamín Paz, como se informó inicialmente. La nueva unidad penitenciaria aún no cuenta con un pabellón destinado a ex miembros de fuerzas de seguridad, quienes deben mantenerse separados del resto de la población carcelaria.
El último paso que queda en este extenso proceso judicial es puramente formal: como la Corte Suprema ya estableció su culpabilidad, ahora solo resta que Alejandro Darío Pérez escuche su sentencia a prisión perpetua, lo que marcará el cierre de una causa que atravesó casi 20 años de dilaciones, polémicas y una fuga que ahora parece haber llegado a su fin.
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