El Día del Amigo en tiempos de la creciente soledad digital

Domingo 20 de Julio de 2025, 06:05

Cada vez tenemos más conexiones y menos vínculos reales. La amistad atraviesa una crisis silenciosa en un mundo que prioriza las pantallas, el rendimiento individual y el contacto superficial.



En este Día del Amigo, vale la pena detenerse un momento a reflexionar sobre algo que muchas personas sienten pero pocas dicen en voz alta: cada vez tenemos menos amigos cercanos y nos cuesta más mantener esas relaciones significativas que solían ser parte esencial de nuestras vidas. Diversos estudios reflejan esta realidad. Según el Survey Center on American Life, solo el 13 % de los adultos en Estados Unidos afirma tener 10 o más amigos íntimos, frente al 33 % que decía lo mismo en 1990. Lo más preocupante es que el porcentaje de personas que declara no tener ningún amigo cercano ha pasado del 3 % al 12 % en ese mismo período. Además, la mayoría de los adultos, casi la mitad, dice tener entre uno y cuatro amigos verdaderamente cercanos.

Este fenómeno, conocido como “recesión de la amistad”, está profundamente relacionado con cambios en nuestros hábitos de vida. Las pantallas han invadido casi todos los aspectos de nuestra rutina: nos relacionamos a través de mensajes, comentarios y reacciones, pero pasamos cada vez menos tiempo presencial con quienes realmente nos importan. La conexión constante, paradójicamente, nos aleja del contacto real. A esto se suma un modelo de vida que premia la productividad por sobre el tiempo compartido, que eleva el trabajo y el rendimiento individual como máximos valores, relegando a un segundo plano los vínculos personales. También se han ido perdiendo los llamados “terceros lugares” —cafeterías, clubes, plazas— donde antes nos encontrábamos casi por costumbre y sin planificación, y que hoy están ausentes o sustituidos por espacios virtuales.

La pandemia vino a acentuar esta tendencia: el distanciamiento social y la hiperconexión digital durante esos años generaron un quiebre en muchas relaciones, y muchas de ellas no se recuperaron. Todo esto tiene consecuencias reales. La falta de vínculos cercanos no solo genera tristeza, también impacta en la salud mental y física. La soledad se asocia con mayores tasas de ansiedad, depresión, insomnio e incluso menor esperanza de vida.

Por eso, en este Día del Amigo, más allá de los saludos por redes o los mensajes en cadena, tal vez sea una buena idea mirar alrededor y preguntarse: ¿a quién tengo cerca de verdad? ¿Qué vínculo puedo cuidar, recuperar o profundizar? Porque aunque el mundo empuje hacia el aislamiento y lo efímero, aún estamos a tiempo de elegir lo contrario. A veces, una charla sin pantallas, una visita inesperada o un “¿cómo estás, de verdad?” pueden ser más transformadores que cualquier publicación. Este día, más que celebrar amistades ideales, celebremos las reales. Las que se construyen, se cuidan y a veces, incluso, se recuperan.