Lunes 28 de Julio de 2025, 07:44

Iván Chirivella adiestró a dos terroristas de los atentados a las Torres Gemelas, en Nueva York.
El episodio del comandante español que pilotaba la aeronave de Vueling, de la cual fueron expulsados unos adolescentes franceses judíos el miércoles, tomó un giro inesperado: según un libro que él mismo publicó en 2003, habría sido instructor de dos de los terroristas que participaron en el atentado a las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001.En el libro Cómplice e inocente: diario del piloto español que enseñó a volar a los terroristas del 11 de septiembre,
Iván Chirivella, de 49 años, relató su experiencia como instructor en la academia de aviación Jones Aviation, donde se formaron Mohamed Atta y Marwan Al Shehhi, ambos involucrados en los ataques que dejaron 2977 muertos y aproximadamente 25.000 heridos.
Chirivella explicó en su libro que nunca estuvo al tanto de los planes terroristas, aunque sí le llamó la atención que Atta mostraba un interés particular por aviones grandes, como los Boeing.
En una entrevista con el diario El Mundo, realizada mientras promocionaba su libro, también habló sobre su vida después de los atentados. A pesar de su experiencia como instructor, ya no pudo continuar trabajando en Estados Unidos. “Puedo seguir visitando Norteamérica, pero no puedo trabajar allí. Aunque el FBI ha mostrado disposición para ayudarme a recuperar mis derechos, después de haber rehecho mi vida en España, ya no quería regresar”, explicó. Además, reconoció que “es posible que sea más víctima que cómplice”.
Por esta razón, decidió regresar a España, donde encontró empleo en Vueling, empresa en la que lleva casi dos décadas trabajando.
Sobre su libro, Chirivella indicó que tiene dos objetivos claros: “Primero, dedicarlo a todas las víctimas del terrorismo y de las guerras, para mantener viva una llama eterna que impida que sean olvidadas. Segundo, destinar los beneficios económicos del libro a la Asociación Víctimas del Terrorismo”.
El comunicadoVueling, la compañía aérea responsable del vuelo, emitió un comunicado el viernes en relación con el desembarco de 44 menores y ocho adultos del vuelo V8166. En el texto, confirmó que Chirivella “operaba el vuelo” en ese momento.
La aerolínea destacó que sus tripulaciones “tienen la obligación de intervenir” ante cualquier situación que consideren pueda poner en peligro la seguridad del vuelo. Por eso, reiteró que la decisión de desembarcar a los pasajeros se tomó “únicamente por motivos de seguridad”.
Además, Vueling señaló que el grupo de adolescentes “adoptó un comportamiento disruptivo y una actitud de confrontación”, infringiendo las normativas legales vigentes en materia de seguridad aérea.
Según el comunicado, los jóvenes manipulaban “los equipos de seguridad para pasajeros, lo que suponía un alto riesgo para la aeronave, los pasajeros y la tripulación”.
Ante esta situación, “el comandante se vio obligado a solicitar la intervención de la Guardia Civil”, explicó Vueling en el comunicado, en el que precisó que fue ésta la que procedió al desembarco.
Los padres de los adolescentes y organizadores del viaje, así como el gobierno de Israel, desmienten esta versión y afirman que se trató de un “acto antisemita”, motivado por la religión del grupo.
De Chirivella, el comunicado de la aerolínea dijo que a lo largo de sus 19 años de carrera en la aerolínea, el piloto había acumulado “más de 12.500 horas de vuelo, cubriendo rutas que conectan con más de 30 países” y que, además de su rol cómo comandante, “trabajaba cómo instructor para profesionales de la aviación en una escuela de vuelo independiente”, confirmando su vínculo con la academia norteamericana.
Versiones contrapuestas
Los adolescentes, de entre 10 y 15 años, eran miembros del campamento de verano judío Kinneret Club y regresaban a Francia tras dos semanas en España. Karine Lamy, madre de uno de los chicos, afirmó que el grupo estaba “tranquilo” y calificó el hecho como un “acto antisemita”. Según su testimonio, la tripulación reprendió a los jóvenes porque uno de ellos cantó en hebreo.
El ministro de Asuntos de la Diáspora y Lucha contra el Antisemitismo de Israel, Amichai Chikli, respaldó esta postura. Alegó que los niños cantaban canciones en hebreo y que el director del campamento fue arrestado en lo que describió como un “grave incidente antisemita”.
“Cincuenta chicos judíos franceses, de entre 10 y 15 años, cantaban canciones hebreas en el avión. La tripulación del avión dijo que Israel es un estado terrorista y obligó a los chicos a bajar del avión; En consonancia con la campaña de mentiras de Hamas, repetida por Al Jazeera, Haaretz y otros, estamos viendo numerosos incidentes antisemitas graves recientemente; este es uno de los más graves", dijo del incidente.
La aerolínea negó que el hecho tuviera relación con la religión de los pasajeros.
/Yahoo noticias /La Nación
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