Condenaron a 11 años de cárcel al autor del crimen de un joven en las afueras del club El Cruce

Jueves 31 de Julio de 2025, 06:51

CONDENA. El autor del disparo, pareja de la presidenta del club, fue hallado culpable de disparar por la espalda a los jóvenes cuando escapaban del lugar, alcanzando a uno de ellos.



En una resolución que puso fin a un proceso judicial seguido con atención en Tucumán, la Justicia condenó a Marcos Díaz, de 29 años, a 11 años de prisión por el asesinato de Ramón Antonio Núñez, un joven de 24 años en situación de calle, ocurrido en mayo de 2024 en inmediaciones del club barrial El Cruce, ubicado en calle La Plata al 1200.

El fallo fue dictado por el juez Alejandro Valeros, luego de un juicio oral dividido en dos etapas. El caso fue investigado por la Fiscalía de Homicidios II, a cargo de Carlos Sale, quien sostuvo que se trató de un crimen con “extrema violencia” y pidió una pena de 15 años. 

Finalmente, el tribunal impuso 11 años de cárcel efectiva, declarando a Díaz autor penalmente responsable del delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego, además de tentativa de homicidio y lesiones leves en perjuicio de dos acompañantes de la víctima.

El crimen ocurrió el 25 de mayo, cuando Núñez regresó junto a otros dos jóvenes —Cristian “El Porteño” Baeza y Hugo “El Menorcito” Rodríguez— al ingreso del club para recuperar sus colchones, frazadas y pertenencias, que habían dejado allí por la lluvia. Según la acusación, Díaz, pareja de Valentina Cortalezzi (hija de Armando “Cacho” Cortalezzi y presidenta del club), fue sorprendido prendiendo fuego a los objetos. Acto seguido, comenzó una persecución armada.

Díaz habría efectuado varios disparos con un arma calibre 9 milímetros, alcanzando a Núñez por la espalda. La bala ingresó por el omóplato y salió por el tórax, causándole la muerte en el acto. Los otros dos jóvenes también fueron agredidos: uno fue golpeado con la culata del arma, mientras que los acompañantes del agresor usaron cinturones y golpes de puño.

Vecinos del barrio dieron aviso inmediato al 911, y en el lugar intervinieron efectivos de la comisaría 13ª y el Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF), que recolectó evidencias clave: un proyectil, tres vainas servidas y restos de un cinturón con hebilla metálica.

Tras el crimen, Díaz se presentó ante la Justicia el 28 de mayo, y al día siguiente fue imputado por múltiples delitos. El debate oral comenzó el 6 de marzo de este año, con un tribunal integrado por los jueces Isabel Méndez, Alejandra Balcázar y Guido Cattáneo, quienes establecieron su responsabilidad penal.

Durante la segunda etapa del juicio, centrada en la pena, el fiscal Sale remarcó la vulnerabilidad de la víctima, el uso de un arma de fuego y la brutalidad del ataque. “La extensión del daño es irreparable”, expresó en sus alegatos. No obstante, el juez resolvió una condena inferior a la solicitada, y fijó la pena en 11 años de prisión efectiva.

El crimen de Núñez sacudió a la comunidad barrial y volvió a poner en discusión la violencia contra personas en situación de calle y la tenencia de armas ilegales en manos civiles. Por ahora, Díaz deberá cumplir su condena tras las rejas mientras la Justicia cierra un capítulo, aunque las secuelas del caso seguirán resonando en el vecindario y en los debates sobre exclusión social y violencia urbana.