Jueves 31 de Julio de 2025, 07:03
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ALLANAMIENTOS. Además de las evidencias que comprometen a los imputados, la Policía encontró un nutrido arsenal, complementado con equipos de comunicación e indumentaria similar a la usada por las fuerzas de seguridad.
Una investigación judicial liderada por la Unidad de Investigaciones Criminales y Delitos Complejos del Oeste permitió desarticular una banda delictiva dedicada al robo, desguace y comercialización de autopartes, tras el hurto de una camioneta Fiat Fiorino ocurrido el pasado 18 de julio en la ciudad de Monteros.La víctima,
Franco Marcelo Correa, vecino del barrio 100 Viviendas, denunció que el vehículo fue sustraído mientras estaba estacionado frente a su domicilio. A partir de esta denuncia, se activó un amplio operativo que involucró a tres equipos investigativos, bajo la conducción del comisario
Carlos Ceferino Mendoza y el oficial principal
Segundo Almaraz, segundo jefe de la unidad.
Mediante el análisis de cámaras de seguridad públicas y privadas, los agentes lograron reconstruir la ruta de fuga y establecer que al menos tres sujetos —con domicilio en San Miguel de Tucumán— habrían estado involucrados en el hecho.
El primer allanamiento, ordenado por el juez
Matías Graña del Centro Judicial Monteros, se concretó el 26 de julio. En uno de los inmuebles se logró detener a un sospechoso y secuestrar importantes partes del vehículo robado, entre ellas: puertas, parabrisas, ópticas, ruedas, butacas, el volante, el motor y hasta el tubo de gas. También se incautó un automóvil Fiat Duna, utilizado por los delincuentes, y varios celulares clave para la investigación.
Una segunda ronda de operativos, ejecutada el 30 de julio por orden del juez
Mario Reinaldo Velázquez, permitió avanzar sobre nuevos domicilios en la capital tucumana. Allí, se detuvo a otro presunto implicado y se decomisaron decenas de autopartes, herramientas de desarme, objetos personales del rodado robado y una motocicleta completamente desarmada.
Durante los procedimientos también se halló un arsenal alarmante, que incluye proyectiles de diferentes calibres, cartuchos sin percutar, un cargador de pistola, equipos de comunicación HT, placas balísticas certificadas por RENAR, una remera con insignia policial, bastón tonfa y otros elementos que hacen sospechar la posible participación de los detenidos en hechos delictivos de mayor envergadura, como usurpación de autoridad o actividades parapoliciales.Los investigadores indicaron que la banda funcionaba como un desarmadero clandestino con un nivel de logística y profesionalización notable, al punto de contar con movilidad propia, infraestructura para el desmantelamiento rápido y hasta indumentaria para simular ser agentes de seguridad, posiblemente para eludir controles.
Las medidas fueron coordinadas por el comisario inspector
Carlos Fabián Díaz, titular de las unidades del Sur, Oeste y La Reducción, y fueron supervisadas por el director general de Investigaciones, comisario general
Miguel Carabajal, y el subdirector general, comisario mayor
Ángel Álvarez.
La Fiscalía continúa con las actuaciones y no descarta que haya nuevos implicados o vínculos con otras organizaciones criminales activas en la provincia. El hallazgo de múltiples elementos delictivos en distintos domicilios fortalece la hipótesis de una red organizada dedicada al robo sistemático de vehículos, cuyo accionar comienza ahora a ser desentrañado por la Justicia.
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