Viernes 01 de Agosto de 2025, 05:19
El precio de la hoja de coca experimenta un fuerte aumento en Bolivia y en provincias del norte argentino, especialmente en Tucumán y Salta, a raíz de una combinación de factores como la erradicación de cultivos excedentarios y problemas logísticos vinculados a la escasez de combustible. La situación, según confirmaron fuentes oficiales y comerciantes, ya impacta en la cotización de esta planta en mercados fronterizos y urbanos del NOA.Según el viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas de Bolivia,
Jaime Mamaní, actualmente un “tacho” de 100 libras de coca —aproximadamente 45 kilos— se comercializa en torno a los Bs 5.000 (cerca de $ 994.000 argentinos), lo que eleva el valor de la libra a unos $ 9.900. Mamaní atribuyó esta suba a los operativos de erradicación de cultivos en zonas no autorizadas, que redujeron la oferta y estabilizaron el mercado, garantizando rentabilidad a los productores registrados. “Recuperamos el valor justo para el productor legal”, afirmó el funcionario.
Sin embargo, los comerciantes del Mercado Campesino de Tarija desmintieron esa cifra, afirmando que los precios oscilan entre Bs 2.800 ($ 556.700) para la hoja de menor calidad, Bs 3.400 a Bs 3.800 ($ 676.000 a $ 755.500) para la mediana, y hasta Bs 4.200 ($ 835.000) para la variedad especial.
El aumento, señalaron, no responde únicamente a la reducción de cultivos, sino sobre todo a las dificultades en el transporte, provocadas por la falta de diésel, que encarece el traslado de la coca desde los Yungas —su principal zona de producción— a los centros de venta.
La tendencia alcista también se refleja en los mercados de frontera. En Yacuiba (Bolivia) y Salvador Mazza (Argentina), la cotización se ubica en torno a Bs 9,50 por cada $ 1.000 argentinos, un tipo de cambio bajo que encarece el producto importado en territorio argentino.
En Orán, Salta, el precio de un cuarto de hoja de coca ronda entre $6.000 y $7.000, mientras que en la ciudad de Salta, particularmente en la zona del mercado Cofruthos, los valores se estiran hasta los $8.000 por el mismo volumen.
En Tucumán, los precios se disparan aún más. En Lules, el “cuarto elegida” se comercializa a $ 16.000, mientras que el “común” ronda los $8.500. En San Miguel de Tucumán, la porción de mejor calidad llega a $ 18.000 y la común a $ 9.500. En Yerba Buena, los precios suben hasta $ 20.000 para la hoja elegida y $ 10.000 para la común.A pesar de las diferencias entre los datos oficiales y los del mercado, tanto el Gobierno boliviano como los vendedores coinciden en un punto: hay menos coca en circulación. Y esa menor disponibilidad está repercutiendo de manera directa en los precios, tanto en Bolivia como en el norte argentino.
Este fenómeno podría tener consecuencias económicas y sociales en las regiones donde el consumo de hoja de coca —con fines tradicionales, culturales o medicinales— es parte de la vida cotidiana. Además, la falta de regulación precisa en la cadena de comercialización binacional dificulta el control de precios y genera distorsiones que alimentan mercados informales.
El aumento del valor de la coca también reaviva el debate en torno a su legalidad en Argentina, donde su consumo masticable no está autorizado, pero se tolera socialmente en muchas comunidades del norte. El seguimiento de esta dinámica será clave en los próximos meses para entender cómo impacta no solo en el comercio regional, sino también en la economía popular.