Miércoles 17 de Septiembre de 2025, 14:24
Un asteroide de casi 300 metros de largo, mil veces más grande que el meteorito de Cheliábinsk de 2013, pasará cerca de la Tierra mañana, según informó hoy el Laboratorio de Astronomía Solar de la Academia de Ciencias de Rusia. A pesar de su imponente tamaño, los científicos aseguran que no hay riesgo de impacto.
El asteroide, denominado 2025 FA22, se aproximará a nuestro planeta a una distancia ligeramente superior al diámetro de la órbita lunar, alcanzando su punto más cercano alrededor de las 10:00 hora de Moscú (07:00 GMT). Su longitud, de 290 metros, lo convierte en uno de los más grandes que se aproximan a la Tierra en lo que va de año.
“La masa del cuerpo supera aproximadamente en mil veces la masa del meteorito de Cheliábinsk”, indicaron los astrónomos rusos, haciendo hincapié en la considerable magnitud del asteroide. Sin embargo, enfatizaron que la probabilidad de un impacto es “ínfima”, calificando la posibilidad de “nula” por el momento. “
La trayectoria actual, si se conserva, eludirá la Tierra y la Luna con toda seguridad”, aseveraron.
El asteroide 2025 FA22 mide entre 130 y 290 metros de diámetro.
Este tipo de eventos no son del todo inusuales. El asteroide 2025 FA22 tiene una órbita que lo sincroniza periódicamente con la Tierra. Fue observado por última vez en 1940 y no volverá a acercarse hasta septiembre de 2173. Los científicos, no obstante, advirtieron que la órbita de esta roca la hace una candidata a impactar la Tierra en el futuro lejano.
Un evento solo para expertos: cómo observar el asteroide
Para los entusiastas de la astronomía, la observación del asteroide será un verdadero desafío. Solo podrá ser visto con ayuda de un telescopio de 300 milímetros o superior, un equipo que generalmente utilizan los aficionados avanzados o profesionales.
Los científicos rusos destacaron que, a lo largo de la historia de la humanidad, ningún asteroide de este tamaño impactó contra el planeta Tierra. Para poner las cosas en perspectiva, el famoso Cráter Barringer en Arizona, de 50.000 años de antigüedad, fue causado por un meteorito entre diez y cien veces más pequeño. /
TN