La Justicia de Córdoba resolvió poner en situación de adaptabilidad a un bebé nacido en 2024 y que había quedado en una doble situación de abandono: había sido concebido por gestación subrogada pero ni la madre biológica ni la gestante quisieron hacerse cargo de él.
La historia había comenzado a en noviembre del año pasado, cuando una mujer cordobesa embarazada de siete meses dio a luz en la ciudad de Villa Allende. Cuando el bebé nació, le explicó al equipo médico del sanatorio que en realidad no era la madre biológica, sino que era la gestante.
Además explicó que la progenitora era una mujer francesa con la que estaba en contacto a través de una agencia de Buenos Aires, que la había contratado para hacer la gestión por sustitución.
El
bebé había nacido prematuro. Cuando la madre recibió el alta, el bebé
quedó internado en el sanatorio. Allí se quedó hasta mediados de enero.
Tras
el parto, la clínica contactó a la Secretaría de Niñez, Adolescencia y
Familia (SeNAF) de Córdoba, que dictó una medida de excepción avalada
por el Juzgado de Niñez para poner al bebé al cuidado de una familia de acogimiento. Allí intervino también el fiscal federal cordobés Enrique Senestrari
Fue el primer caso en el país de un bebé nacido por vientre subrogado que fue abandonado.
Según
informaron fuentes judiciales, la mujer francesa, que había aportado
sus óvulos, pagado por el tratamiento y el embarazo de la gestante
cordobesa, nunca apareció.
"Tenemos
a un bebé abandonado. La persona que lo compró no quiso buscarlo porque
dijo que no quería asumir la maternidad de un chico con problemas.
Vemos que se trata de un comercio de vientres, de niños, es la
cosificación más absoluta del ser humano", dijo el fiscal federal de Córdoba Enrique Senestrari.
En
aquella ocasión, también se había señalado a una abogada que viajó a
Córdoba a buscar al bebé. Tenía 10 mil dólares para pagarle a la
gestante.
La francesa no quiso establecer vínculo con el bebé mientras que la gestante manifestó que se encontraba en una situación económica vulnerable, por lo que tampoco estaba en condiciones de hacerse cargo del bebé. Pidió que sea adoptado por una familia que lo ame.
Ahora, la jueza de familia María de los Ángeles Pascual definió que el bebé se encuentra "en situación de adoptabilidad". En su resolución, evaluó que existió “una vulneración directa a la dignidad humana” del bebé tras su abandono y que fue tratado “como un producto rechazado”.
“Cosificar
a un niño es negarle su humanidad desde el inicio. Es verlo como el
resultado de una inversión económica, como un bien que debe satisfacer
al cliente. La vida no es un producto, y un niño no es un objeto que
puede ser rechazado si no cumple expectativas”, sentenció.
La
magistrada también puso el foco en la superioridad de los principios de
protección a la infancia por sobre los contratos privados. “Cada niño,
sin importar cómo ha sido concebido, es un sujeto de derecho y merece
respeto, cuidado y amor”.
“Nunca
un niño puede ser tratado como un encargo… toda vida humana merece ser
bienvenida no como un objeto deseado, sino como un sujeto amado”, cerró. /Clarín