Hasta ayer, Rial era representada por el estudio del abogado Miguel Ángel Pierri.
“En el marco de la defensa debidamente asumida en el mes de abril y, manifestando que las medidas de conductas que fueron impuestas por Vuestra Señoría al momento de conceder la excarcelación extraordinaria eran conocidas en un todo por nuestra hasta ayer representada, hicimos ingentes esfuerzos para que la citada concurriera semanalmente ante sus estrados a refrendar el cumplimiento de la conducta impuesta”, sostuvieron Pierri y su colega Martín Montalto en el comienzo de un escrito presentado ante la jueza en el que ratificaron la decisión de renunciar a la defensa de la joven.
Los abogados agregaron: “Oportunamente, la señorita Rial nos impuso que no contaba con trabajo o empleo útil y así se informó. En más de una oportunidad, carecía de los medios para costear su traslado desde su domicilio a la sede de su tribunal, tal como estaba impuesto. También indicamos conjuntamente con su señor padre [por Jorge Rial], distintos profesionales de la salud mental para que atendiera el grave cuadro de salud mental que a nuestro criterio padece. Oportunamente, nos informó, tal como le hicimos saber, que las audiencias con los profesionales contratados se frustraban a poco de comenzar el tratamiento. Vuestra Señoría comprenderá que el incumplimiento del estricto secreto profesional me es imposible develar o aportar las múltiples comunicaciones digitales que mantuvimos con la supra mencionada donde queda claramente explicitado el profesionalismo y contención de esta defensa para que la misma diera cumplimiento a lo que con sano criterio usted ordenó. El mismo secreto profesional en todo su alcance nos impide ampliar razones sobre la eficiencia e idoneidad de algunas certificaciones de tratamiento que nos acercara la señorita Rial y que entendimos no cumplían con los extremos exigidos por en materia de certificación de tratamiento".
Para finalizar, los hasta ayer defensores de Rial sostuvieron: “Esta presentación tiene como único fin ampliar y explicitar las razones de hecho y derecho por las cuales decidimos nuestro apartamiento en la representación de la señorita Rial, no sin antes seguir sosteniendo [por la joven] se encuentra afectada, hace ya un tiempo, por un cuadro de depresión significativo, con nivel de frustración y algunos aspectos o trastornos en su personalidad que con seguridad, un esmerado tratamiento profesional, le posibilitará superarlo“.
En marzo pasado, cuando fue excarcelada, la Justicia dispuso que Rial debía “comparecer en sede judicial una vez por semana” y sobre el tratamiento psicológico/psiquiátrico al que debía someterse se indicó que se tenía que detallar “la modalidad y periodicidad, debiendo acreditar la última semana de cada mes su cumplimiento por constancia del profesional actuante”.
Pero, según consta en el expediente judicial, la joven no presentó la constancia del tratamiento psicológico-psiquiátrico con la indicación de “modalidad, frecuencia y profesional actuante”, tampoco justificó las ausencias de presentación en sede judicial de las semanas del 18 y 22 de agosto pasado y del 15 y 19 de este mes.
Además, según explicaron fuentes judiciales, Rial no presentó la constancia de empleo o medio de subsistencia.
Anteayer, tras la detención de su hija, Rial habló sobre el tema en el canal de streaming Carnaval. “Acaban de revocarle la detención domiciliaria a mi hija Morena. Lamentablemente, no cumplió con lo que, lógicamente, le exigía la Justicia, que es lo que le exige a cualquier ciudadano común. Cuando te dan el beneficio de la libertad para esperar el juicio hay que respetar las normas y las reglas, te llames Morena Rial o te llames como te llames. Me duele tener a mi hija en esa situación. Ella tomó una decisión de vida teniendo otras alternativas, muchísimos mejores. Tenía todo para elegir el camino del bien, el camino de la honestidad, del estudio, pero eligió otro camino que no tiene nada que ver conmigo, con mi hija Rocío, con nietos, mi familia y mis amigos. Tomó esa decisión y es grande, es mayor de edad, tiene dos hijos. Uno asume los actos y las responsabilidades que tienen esos actos. No puedo hacer más nada, hice todo lo que pude, seguramente mal. Tomó esta decisión y no la pude torcer, seguramente tengo cierta incapacidad. Hablé con ella [por anoche], está llorando. Obviamente, me duele como padre”. /
La Nación