Sábado 01 de Noviembre de 2025, 12:57
Un estudio liderado por P. Liu y E. Kuehn, de la Universidad Otto von Guericke de Magdeburgo, demuestra que ciertas áreas cerebrales pueden expandirse y reforzar sus conexiones incluso en la vejez. La investigación, publicada en Nature Neuroscience, utilizó resonancias magnéticas de alta resolución y análisis conductuales en humanos, además de experimentos en ratones, para examinar cómo cambian las estructuras neuronales con la edad.Resultados que desafían el paradigma del deterioro globalLos resultados muestran que algunas áreas mantienen e incluso fortalecen sus conexiones: “Lejos de confirmar un deterioro inevitable, los resultados muestran una sorprendente capacidad de adaptación: ciertas áreas mantienen —e incluso fortalecen— sus conexiones a lo largo de la vida, revelando un proceso de envejecimiento mucho más dinámico de lo que se creía”, señalan los investigadores.
El estudio se centró en la corteza somatosensorial primaria, responsable de procesar información táctil de manos y dedos, comparando grupos de 25 y 65 años. Se observó que, mientras las capas 5 y 6 mostraban signos de degeneración, la capa 4, vinculada a la recepción del tacto, presentó mayor volumen en adultos mayores sanos que en los jóvenes. Experimentos en ratones confirmaron estos hallazgos, mostrando expansión de la capa 4 en ejemplares adultos y mayores.
Plasticidad cerebral y adaptación funcionalEl incremento en el grosor no implica necesariamente más neuronas, sino mayor cantidad de mielina y conexiones locales: “El fenómeno sugiere acumulación de aprendizaje táctil y motriz, especialmente en las regiones que más se utilizan, como las manos. En definitiva, el cerebro de las personas mayores conserva mejor las áreas funcionales que experimentan mayor estímulo y uso sostenido”, explican los autores.
Los hallazgos invitan a reconsiderar el envejecimiento cerebral como un proceso individual y multifactorial, influido por estilo de vida, experiencias sensoriales y desafíos cognitivos. Además, sugieren nuevas perspectivas para el acompañamiento neuropsicológico y planes de envejecimiento activo.
Implicancias y futuras investigacionesAunque el estudio aporta evidencia sobre la plasticidad cerebral en la vejez, aún quedan preguntas abiertas sobre las consecuencias funcionales del engrosamiento de la corteza sensorial. Podría afectar la manera en que los adultos mayores procesan información sensorial o realizan tareas múltiples, destacando la importancia de estimular las áreas activas del cerebro.
Los investigadores concluyen que “el envejecimiento cerebral integra pérdida y adaptación. Algunas áreas del cerebro pueden aumentar de tamaño y conexiones en adultos mayores, desmintiendo la idea de un declive uniforme e inevitable”. /
Infobae