
Lunes 01 de Diciembre de 2025, 07:13
La calle Maipú, en sus tramos al 100, 200 y 300, fue señalada nuevamente como la zona más peligrosa para peatones en el microcentro de San Miguel de Tucumán. Con veredas de poco más de un metro de ancho, obstáculos permanentes y circulación intensa, los transeúntes se ven obligados a bajar a la calzada a diario, generando accidentes y maniobras riesgosas. Especialistas coinciden en que la semipeatonalización es la solución de fondo, aunque su ejecución aún no tiene fecha concreta.
El problema se agrava en los días previos a las fiestas, cuando el microcentro se vuelve uno de los más concurridos del país: compras navideñas, despedidas, preparativos y un movimiento comercial imparable que satura las peatonales y aceras. En este escenario, calles angostas y deterioradas como Maipú exponen a miles de caminantes que no encuentran espacio seguro para circular.
Aunque el municipio colocó en algunos años cintas separadoras para ampliar provisoriamente la vereda este, el recurso duró poco y no logró resolver los cuellos de botella. Por eso, el plan de semipeatonalización del microcentro aparece como alternativa definitiva. De las 23 cuadras proyectadas, 16 ya fueron intervenidas; entre las pendientes figuran cinco cuadras de Maipú, además de tramos en Congreso y Muñecas.
El secretario de Obras Públicas, Luis Lobo Chaklián, confirmó que el municipio planea avanzar con las nuevas semipeatonales, cuya ejecución podría iniciar en 2026, a pedido de la intendenta Rossana Chahla. El costo estimado es de $650 millones por cuadra, aunque en Maipú ascendería a $850 millones por obras pluviales y cloacales necesarias. A la falta de espacio se suman obstáculos como baldosas rotas, carteles, mesas de bares, postes, cestos de residuos, mercadería en veredas y vendedores ambulantes.
Los comerciantes tienen posturas encontradas. Martín, dueño de un local de celulares en Maipú al 200, considera que la semipeatonal sería positiva para peatones y comercios, pero advierte que complicaría aún más el tránsito vehicular. Gonzalo, empleado de una zapatería, remarcó además un problema crónico: la calle está más alta que las veredas y los negocios se inundan cuando llueve.
Hacia Maipú al 300 la situación no mejora: veredas estrechas y muy deterioradas desalientan la circulación. “Acá no se puede caminar; por eso las peatonales están llenas y esta calle no”, señaló Luciana, de un local de tecnología, quien apoya la semipeatonalización.
Los taxistas, en cambio, muestran preocupación. Enrique, que utiliza la parada de Maipú y Mendoza, sostuvo que entre las semipeatonales y los carriles exclusivos para colectivos “cada vez quedan menos lugares para trabajar”, y advirtió que la intervención podría eliminar cinco paradas entre Córdoba y 24 de Septiembre.
Otro desafío es el edificio donde funcionó la Dirección de Rentas hasta 2008, ubicado en San Martín al 700 y parte de Maipú al 100. Está vallado desde febrero por riesgo de desprendimientos, lo que obliga a los peatones a circular por un pasadizo sobre la calzada. Aunque el municipio sostiene que el cerco no impedirá la obra, desde la Caja Popular de Ahorros, responsable del inmueble, no ven una solución tan sencilla.