Martes 02 de Diciembre de 2025, 10:41
La provincia de Córdoba volvió a sacudirse este lunes por otra tragedia vinculada a piletas domiciliarias.
Un nene de dos años y nueve meses, que permanecía internado desde el 20 de noviembre en el hospital San Antonio de Padua de Río Cuarto, murió tras no superar un cuadro crítico provocado por haber caído al agua en una casa de Las Higueras. Su familia, atravesada por el dolor, tomó una decisión que generó un fuerte impacto en redes y en la comunidad médica:
donaron sus órganos y permitieron salvar la vida de cinco niños.
El accidente doméstico ocurrió en una vivienda de la calle Juan XXIII. El pequeño fue encontrado en estado crítico y trasladado de urgencia. Según medios locales,
sufrió asfixia por inmersión, aunque logró ser reanimado antes de llegar al hospital. Desde entonces permanecía en coma farmacológico y con asistencia mecánica respiratoria.
El domingo, sus familiares habían impulsado una cadena de oración pidiendo por su recuperación. Horas después recibieron el peor diagnóstico:
los estudios confirmaron muerte cerebral.
Un adiós que estremeció las redesLa hermana del nene, visiblemente devastada, publicó mensajes que se viralizaron en cuestión de minutos. “Y aunque me duela en el alma, hermano, hoy me tocó despedirte de este mundo terrenal…”, escribió. En otro posteo, agregó: “Gracias Santi por tu vida, tu amor, tus travesuras. Sé que tu alma va a estar siempre cerca de nosotros”.
Pero fue su última frase la que más conmovió:
“Mi hermano fue el príncipe azul que salvó a cinco niños”.
Durante la tarde y la noche del lunes, se montaron cordones sanitarios especiales para garantizar el traslado rápido de los órganos hasta el aeropuerto local, desde donde partieron dos aviones hacia distintos puntos del país. La escena, confirmaron fuentes sanitarias, movilizó a decenas de profesionales y generó un clima de profundo respeto en el hospital.
Segundo caso en menos de una semanaLa tragedia ocurre apenas a días de otro episodio fatal en la provincia. El sábado, un nene de cinco años, de la ciudad de Jesús María, murió ahogado tras caer en la pileta de su casa mientras su familia preparaba los festejos de su cumpleaños.
Fue su madre quien encontró al pequeño en el agua, en el barrio La Florida. A pesar de los intentos de reanimación del personal de emergencias, el niño murió en el lugar.