El insólito desmayo de Optimus, el robot de Tesla, durante un evento de la automotriz: video
Lunes 08 de Diciembre de 2025, 14:39
En el clip, vemos la reacción desesperada del humano que aparentemente operaba los movimientos del autómata.
Elon Musk es optimista acerca del robot que desarrolla en las instalaciones de la automotriz Tesla. Recientemente, el empresario vaticinó que esta máquina tendrá grandes capacidades y precisión, tanto que en el futuro se convertirá en un excelente cirujano. Pero es la misma máquina que falló al intentar repartir pochoclos durante un encuentro celebrado por la compañía del magnate.
Un nuevo video que circula en las redes deja en evidencia que aunque Tesla Optimus tiene chances de grandeza, en el presente no es eficiente a tiempo completo. Según The Verge, el insólito desmayo del robot que vemos en el clip ocurrió durante el evento “The Future Autonomy Visualized”, que se celebró el fin de semana en Miami, Estados Unidos.
El desliz de la máquina quedó grabado. Cuando Optimus intenta agarrar
una botella entre muchas que estaban dispuestas en una mesa, todas caen
y luego acontece el torpe desmayo de la máquina. ¿Por qué cayó? Hacia el final del clip vemos a una persona que apoya un dispositivo sobre la mesa; todo
indica que se trata del operador humano que, al quitarse las gafas de
realidad virtual que usaba para controlar al robot, no hizo más que
desconcertarlo y dejarlo tirado en el suelo.
El de Optimus no es el primer desmayo de un robot
Tal como señalamos anteriormente en TN Tecno, los autómatas con fisonomía humanoide asoman con entusiasmo, postulándose como los próximos asistentes en industrias, comercios y hogares. Pero los desarrollos que hemos visto hasta ahora no están a la altura de las promesas.
A la caída de Optimus de Tesla, se suma un caso similar: un autómata presentado en Rusia que también se desplomó aparatosamente.
El mes pasado, un fabricante organizó un evento en Moscú para presentar
al mundo a AIdol, anunciado como el primer robot humanoide fabricado en
aquel país y potenciado con Inteligencia Artificial. Los resultados no
fueron los esperados por la empresa. Los asistentes al encuentro
grabaron con sus smartphones el tambaleante trayecto de la máquina
apenas pisó el escenario y su repentino desmayo.
Algunos
ingredientes en la fallida presentación del robot ruso aumentaron la
sensación de incomodidad. Y también las risas. Por un lado, es gracioso
que de fondo haya sonado la icónica canción de la película Rocky, como
si AIdol debiese cumplir un destino glorioso y, en cambio, cayera como
si hubiera recibido una piña en su mentón de acero.
Por otra
parte, la reacción de los humanos en el escenario fue casi tan insólita y
fallida como la del robot. Respondieron con demora, tuvieron evidentes
dificultades para ayudar a que la máquina se reincorpore, y los
muchachos que intentaron esconder el papelón con una tela de color negro
sufrieron un enredo y lo consiguieron recién cuando el autómata había
sido retirado.
Más allá de las promesas grandilocuentes (en ocasiones precipitadas), la paciencia hace justicia con el avance tecnológico. En otras palabras, que los autómatas ahora se caigan no implica que jamás lograrán mantenerse erguidos. Cuando lo consigan, efectivamente se integrarán en nuestras vidas, no solo en las grandes industrias, sino también en nuestras casas. /TN