Acuamación: en Bélgica intentan popularizar la cremación con agua y generan un fuerte debate

Lunes 08 de Diciembre de 2025, 15:47

La acuamación permite deshacer un cadáver de forma ecológica en tres horas.



El mundo acaba con los cuerpos de los humanos muertos esencialmente de dos formas: inhumándolos o incinerándolos. Pero un tercer método, la acuamación, empieza a abrirse paso. El arzobispo surafricano Desmond Tutu fue el primer personaje famoso en usarlo. Antes de su muerte, en la Navidad de 2022, había pedido que a su muerte acabaran con su cuerpo de una forma ecológica. Y así hicieron sus allegados.

La acuamación es un método mucho más ecológico que la incineración. El cuerpo se introduce en una máquina con agua y un potente alcalino, normalmente hidróxido de potasio. El agua se lleva hasta los 150 grados centígrados. Ese proceso provoca que todos los restos se disuelvan en el agua y sólo queden los huesos, que después son secados en un horno y reducidos a un polvo blanco, que se entrega a los familiares del fallecido.

La técnica existe desde los años 90 del siglo pasado, pero normalmente se usaba para deshacerse de los restos de animales usados en experimentos. También se usó para deshacerse de los restos de vacunos durante la crisis de la enfermedad de las vacas locas, que afectó principalmente a la cabaña vacuna del Reino Unido.

Un crematorio belga intenta popularizarla por primera vez en Europa continental. El crematorio Pontes, en Wilrijk, una pequeña localidad al sur de la ciudad belga de Amberes, lanzó en octubre un proyecto piloto, el primero en Bélgica y en Europa continental para deshacerse de cuerpos humanos. La actividad ya existe formalmente en Irlanda y Estados Unidos.

En un reportaje emitido hace mes y medio por la televisión pública belga, el gerente del crematorio explica que este método “permite reducir el consumo de energía y las emisiones (contaminantes)”, pero que por ahora es un proyecto piloto porque quiere popularizar el método entre la población belga y porque necesitan que se desarrolle “un método técnico, jurídico y ético sólido”, que aún no existe. No es ilegal, pero nadie ha legislado al respecto en Europa continental. El proceso dura unas cuatro horas.

El Gobierno flamenco, responsable de legislar al respecto, no parece contrario. Hilde Crevits, la democristiana ministra de Interior de la región flamenca, aseguró a la televisión pública que “la cremación también tuvo que recorrer un largo camino” hasta convertirse en un método popular junto a la inhumación. Hoy a nadie le parece raro que se incinere un cuerpo y no sea enterrado. Quienes defienden la acuamación piensan que ocurrirá lo mismo y que dentro de unos años será un método más.

Así es el lugar donde se coloca el cuerpo para la acuamación.

Crevits dijo: “Ahora existe una nueva forma y queremos darle la oportunidad de convertirse en la tercera vía (además de la inhumación y la incineración)”. El proyecto piloto no es ilegal porque la práctica como tal nunca fue declarada ilegal, pero el responsable del crematorio espera que en dos o tres años haya un marco legal, que se diseñará tras un informe del Consejo Superior de la Salud, organismo dependiente del Gobierno regional.

La ministra dijo que no impiden el lanzamiento del proyecto piloto porque lo creen positivo, pero que lo vigilarán muy cerca para asegurarse de que, hasta que no haya un marco legal diseñado para actividades así, este cumpla con una serie de requisitos mínimos, tanto científica como éticamente.

Por el momento no puede pedir la acuamación cualquiera ni cualquier familia para sus fallecidos. Sólo se usan los cuerpos de quienes en vida decidieron donar sus restos a la investigación científica. El crematorio trabaja con universidades que usan cuerpos donados a la ciencia para la investigación y que, a la hora de deshacerse de ellos, pueden hacerlo a través de este nuevo sistema. El Gobierno regional deja claro que, mientras no haya un marco legal, no es una opción legal para el público en general, sólo un proyecto piloto. Las universidades estadounidenses empezaron esta práctica hace más de 20 años.

A la muerte de Desmond Tutu, el diario británico The Guardian hizo referencia a un estudio de una empresa de acuamación que aseguraba que este método consumía cinco veces menos energía que la incineración y reducía las emisiones contaminantes en un 35%. /Clarín