Un hombre murió después de tomar 33 tragos en un crucero y su esposa demandó a la empresa

Martes 09 de Diciembre de 2025, 11:30

La viuda acusa a la compañía de homicidio por no controlar la cantidad de bebida que le dieron a su marido en un viaje que partió de Los Ángeles con destino a México.



Lo que prometía ser una escapada soñada terminó convertido en un drama digno de un thriller. Michael Virgil, un hombre de 35 años que viajaba con su esposa y su pequeño hijo, murió en pleno crucero rumbo a México tras ingerir 33 bebidas alcohólicas y protagonizar una violenta escena que ahora desencadenó una demanda explosiva.

La historia salió a la luz recientemente, aunque ocurrió en diciembre de 2024, cuando la viuda, Connie Aguilar, decidió llevar a la empresa de cruceros a la Justicia acusándola directamente de homicidio. Según ella, la compañía no solo no controló el consumo excesivo de alcohol, sino que actuó con una violencia desmedida cuando su marido perdió el control.

Un viaje que se torció desde el primer minuto


La familia había abordado el barco en Los Ángeles buscando unos días de descanso. Pero al descubrir que su habitación no estaba lista, Virgil estalló de bronca. Caminó directo al bar y, según consta en la demanda, pidió —y le sirvieron— 33 tragos.

Minutos después, ya completamente alcoholizado, comenzó un escándalo que quedó registrado en video: gritos, patadas a puertas y amenazas. Testigos aseguran que agredió a miembros de la tripulación y llegó a decir que iba a matar a pasajeros que estaban cerca.


La seguridad del barco intervino de inmediato. Según relataron quienes estaban a bordo, intentaron reducirlo arrojándole gas pimienta y aplicándole un sedante potente mientras intentaba escapar del control de cinco hombres.

El momento fatal

La viuda asegura que, una vez reducido, los miembros de la tripulación se subieron sobre él “con todo su peso”, dejándolo sin aire. Sumado al alcohol, el gas pimienta y el sedante Haloperidol que le inyectaron por orden del capitán, la situación terminó en tragedia.

Virgil sufrió un colapso cardiopulmonar y murió allí mismo, antes de que la embarcación llegara a México.

La demanda que sacude a la industria

Connie Aguilar acusa a la compañía de negligencia extrema y uso de fuerza excesiva. Según el documento presentado ante las autoridades, la empresa tenía la obligación de dejar de servirle alcohol a un pasajero evidentemente intoxicado, y en cambio —afirman— le facilitaron el camino hacia un final fatal.

“Las acciones del personal causaron insuficiencia respiratoria, inestabilidad cardiovascular y un colapso que fue declarado homicidio”
, expuso la familia en la denuncia.

El abogado de la familia, Kevin Haynes, fue categórico: “Lo que debía ser una escapada soñada terminó en un horror inimaginable. Vemos un aumento alarmante de muertes y lesiones en cruceros, y queremos cambiar eso”.

Un caso que puede marcar un antes y un después

La demanda no solo busca justicia, sino exponer lo que la familia describe como “el costado más oscuro” de la industria de los cruceros: exceso de alcohol, falta de protocolos y respuestas desmedidas del personal de seguridad.

Mientras tanto, la historia causa revuelo en redes, en medios internacionales y en la propia industria turística, que observa con preocupación cómo un viaje familiar puede transformarse en un episodio trágico… y ahora, judicial.