Viernes 12 de Diciembre de 2025, 16:50
La reconocida directora del Ballet Salta, Marina Jiménez, habló públicamente tras la condena que la sentenció a 10 años de prisión por abuso sexual contra su nieto. A los 73 años, la histórica ex bailarina atraviesa el momento más delicado de su carrera y de su vida personal, mientras
insiste en su inocencia y se prepara para apelar el fallo, que todavía no está firme.
En declaraciones a medios locales,
Jiménez aseguró que el proceso judicial fue “demasiado rápido” y que la sentencia se basó únicamente en “testimonios de la familia”, sin pruebas concretas. La artista, un referente cultural en la provincia,
afirmó que el escándalo no solo la sorprendió sino que partió en dos a su propia familia.
“Toda mi vida la dediqué a los niños y jóvenes. Jamás tuve un problema en 53 años de carrera”, dijo, visiblemente conmocionada. Recordó que formó generaciones de bailarines, viajó por el mundo y sostuvo siempre una conducta “intachable”.
El conflicto familiar que derivó en la denunciaJiménez apuntó directamente contra su ex nuera, a quien definió como una mujer “competitiva” y con la que nunca logró una buena relación desde que se casó con su hijo mayor. Según su versión, la tensión entre ambas se arrastró durante años y terminó afectando el vínculo con sus nietos.
“El problema nace de ahí, con ese odio. Yo los recibí siempre como abuela”, aseguró. Durante el juicio, remarcó, incluso se habrían registrado contradicciones en los testimonios sobre las visitas del nieto a su casa.
La directora también reconstruyó el vínculo con el joven denunciante, quien se mudó a Salta en 2022 para ingresar al Ballet de la Provincia. “Lo banqué medio año sin cobrar, le pagué gimnasio, clases. Cuando empezó a cobrar, solo le pedí que colaborara en la casa”, relató. Pero ese mismo año, tras una fuerte discusión por la desaparición de dinero, la relación se quebró definitivamente.
“No hubo pruebas, solo repitieron lo mismo”La ex bailarina sostuvo que la causa avanzó sin elementos concretos. “Nadie vio nada. Declararon su madre, su padre, su hermana, César y un psicólogo. Nada más”, insistió.
También criticó la velocidad del juicio en Comodoro Py: “Fue rapidísimo, duró un día. Yo solo quería que terminara”.
Aunque aún en libertad,
Jiménez afirmó que el fallo no solo la golpeó profesionalmente, sino también en lo más íntimo. “Mi nuera mandó todo a los medios. Envenenó a mis nietos, envenenó a mi hijo. Y perdí a mi hijo, que es lo que más me duele”, lamentó con angustia.
Mientras la apelación avanza, la figura emblemática del ballet salteño atraviesa un clima de incertidumbre y dolor. “Esto es muy feo. No sé por qué me toca vivir algo así”, confesó.
La historia continúa a la espera de una resolución definitiva, mientras el caso mantiene en vilo al ambiente artístico de Salta y deja a una familia completamente fracturada.