
Sábado 13 de Diciembre de 2025, 18:16
Antonella Giuliano, una joven de 22 años, quedó parapléjica tras someterse a una cirugía programada para reducir leves espasmos en su pierna izquierda. La intervención, realizada en enero de 2024 en el Hospital de Clínicas, Ciudad de Buenos Aires, derivó en una grave lesión medular que le provocó la pérdida total de movilidad y sensibilidad de la cintura hacia abajo. El caso es investigado por la Justicia bajo la carátula de lesiones culposas.
La joven ingresó al quirófano el 19 de enero para una rizotomía dorsal selectiva, un procedimiento que le había sido recomendado como una solución definitiva a un problema que, hasta entonces, no le impedía realizar ninguna actividad. Sin embargo, al despertar de la anestesia advirtió que no sentía ni podía mover las piernas. Pese a ello, el médico interviniente, Alberto Yáñez, le aseguró que la cirugía había salido bien y atribuyó el cuadro a una reacción inesperada.
Durante más de 45 días, Antonella permaneció sin un diagnóstico certero. Recién el 2 de marzo, tras reiterados pedidos de su familia, se le practicó una resonancia magnética que reveló una compresión medular provocada por una apófisis espinal. Esa situación obligó a una nueva cirugía de urgencia para descomprimir el canal medular, aunque el daño neurológico ya era severo.
Aunque el expediente fue archivado inicialmente por falta de pruebas, en mayo pasado la Fiscalía de Cámara revocó esa decisión y ordenó nuevas medidas probatorias, entre ellas un nuevo peritaje médico interdisciplinario, al considerar que el cierre había sido prematuro y que existían informes médicos contradictorios.
Mientras tanto, Antonella atraviesa un proceso de rehabilitación limitado por la falta de recursos. Entrena en su casa con ayuda de su familia y no cuenta con un centro especializado que le permita realizar la rehabilitación intensiva que necesita. “Recuperé algo de sensibilidad profunda y un mínimo movimiento de la cadera, pero sin una rehabilitación adecuada es muy difícil avanzar”, explicó.
Su padre, carpintero, construyó de manera artesanal elementos que le facilitan la movilidad y adapta sondas para el cateterismo ante la falta de insumos provistos por el hospital. A casi dos años de la cirugía, la joven sigue esperando justicia y una oportunidad real de recuperación.