
Lunes 15 de Diciembre de 2025, 21:25
María tiene 63 años, lleva casi tres décadas luchando contra una enfermedad terminal y quiere la eutanasia. Desde hace 7 años vive postrada en una cama, sin posibilidad de moverse ni realizar actividades básicas. El dolor, según contó, es permanente y se desplaza por todo su cuerpo. “Si no lo tenés en la pierna, lo tenés en el hombro, en la cabeza, en los huesos. Está en todos lados”, describió.
En una entrevista con Telenoche desde Montevideo, Uruguay, María habló con crudeza sobre su sufrimiento y formuló un pedido concreto: acceder a la eutanasia. “Quiero dormirme y no despertar más. Pero ¿cómo hago si no me ayudan?”, se preguntó.
La mujer recordó que, pese a la enfermedad, logró criar a su hija y sostener una vida familiar. “Luché mucho. Crie a mi hija a pesar de todo”, dijo. Sin embargo, con el paso de los años, su situación se volvió irreversible. “La vida es hermosa cuando estás bien, cuando podés. Yo no puedo hacer nada: ni siquiera jugar con mi nieta”, lamentó.
Cuando fue consultada sobre qué le pide a la Justicia, fue contundente: “Que me escuche, que me ayude. La eutanasia quiero yo. No solo para mí, sino para mucha gente que está igual y no puede hablar. Yo tengo la oportunidad de hablar, y pido por todos ellos”.
María aseguró que su decisión es firme y sostenida en el tiempo. “Lo pienso todos los días, a cada momento. No hay otra cosa en mi cabeza. Estoy totalmente decidida”, recalcó. Para ella, la muerte no representa miedo, sino alivio: “Liberación. Es algo que me tiene aprisionada y no me suelta”.
Además contó que, para poder dormir, imagina una vida que hoy no puede tener. “Tengo un mundo aparte en mi cabeza: tengo familia, marido, hijos, trabajo, hago deporte, gimnasio. Es un mundo hermoso. A la noche lo veo y después me duermo tranquila”, relató.
Consultada sobre qué pasaría si la Justicia rechazara su pedido, exclamó: “No como más. No me alimento más”. En cambio, si el fallo fuera favorable, dice que se sentiría “salvada”. “Yo no tengo cuerpo. Tengo mente. Mi cuerpo no sirve para nada. Imagínense vivir con un cuerpo que no sirve”, expresó.
“Ya no puedo más”, repitió varias veces. Y siguió: “Quiero gritarle al mundo que me ayude. Necesito que alguien me ayude. Por favor. Quiero morir dignamente”. /TN