Sábado 20 de Diciembre de 2025, 18:17

Un informe de BBVA Research anticipa una expansión sostenida hasta 2027, aunque advierte sobre una fuerte desigualdad entre los sectores que generan riqueza y los que emplean mano de obra
Por primera vez en dos décadas, la economía argentina se encamina a romper la inercia del estancamiento y encadenar tres ejercicios consecutivos de alza en su Producto Interno Bruto (PIB). Según el último relevamiento de BBVA Research, tras un 2024 marcado por el ajuste y la recesión, el país registrará un incremento del 4,5% en 2025, seguido de un avance del 3% tanto en 2026 como en 2027. Este escenario marcaría un hito estadístico que no se repetía desde el año 2006.El reporte subraya que la consolidación del programa económico tras los resultados de las elecciones legislativas ha despejado parte de la incertidumbre, permitiendo que el PIB per cápita recupere en 2026 los niveles máximos vistos por última vez en 2022. No obstante, los analistas ponen el foco en la "heterogeneidad" del proceso: la recuperación no golpeará a todas las puertas por igual.
“El desafío se centrará en la heterogeneidad sectorial y la creación de empleo. Los sectores más dinámicos siguen siendo capital-intensivos, mientras que los de mayor caída concentran mano de obra”, sentencia el documento. Esta brecha implica que, mientras el agro —beneficiado por la baja de retenciones—, la minería —impulsada por el RIGI— y las finanzas traccionan los números generales, sectores clave para el mercado laboral como la industria, el comercio y la construcción continuarán enfrentando un panorama sombrío.
Desinflación y equilibrio fiscal: los pilares del modeloEl informe atribuye esta senda de crecimiento a la continuidad del plan de estabilización y a las reformas estructurales en los ámbitos laboral, tributario y previsional. Para el BBVA, el compromiso con el superávit fiscal primario (estimado en 1,6% del PIB para los próximos dos años) será la piedra angular que permitirá profundizar la desinflación.
Las proyecciones de precios son sensiblemente más optimistas que las del mercado: estiman una inflación del 30% para 2025, que caería drásticamente al 14% en 2026 y alcanzaría el 10% en 2027. Sin embargo, advierten que el camino hacia el dígito anual será paulatino y requerirá de la permanencia de tasas de interés reales positivas (entre el 5% y 7% anual) para contener los agregados monetarios.
Los riesgos en el horizonteA pesar del optimismo macroeconómico, el informe identifica señales de alerta. El principal reto reside en el mercado de trabajo: al contraerse los sectores que emplean a la mayor cantidad de trabajadores formales, la reducción del desempleo y la informalidad podría ser más lenta de lo esperado.
En términos externos, si bien el sector energético sigue aportando un superávit comercial creciente que estabiliza las cuentas, el déficit de cuenta corriente se mantendría entre el 2% y 2,5% del PIB. Para los especialistas, el éxito de la segunda mitad del mandato de Javier Milei dependerá de la capacidad de transformar este crecimiento estadístico en una mejora equilibrada que alcance a los sectores más postergados de la estructura productiva. /
Infobae
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