Tras casi 20 años, el petróleo y el gas de Vaca Muerta empujaron récords en un pilar para el programa de Javier Milei

Jueves 25 de Diciembre de 2025, 09:49

El superávit energético es el más alto desde 2006, en términos nominales.



La creciente producción de petróleo y gas no convencional en Vaca Muerta sostuvo uno de los pilares del programa económico de Javier Milei: el superávit comercial, que después del superávit fiscal es una de las bases que apoyan la estabilidad y la menor inflación.

En los primeros once meses del 2025, la balanza comercial energética tuvo un saldo positivo de 6.911 millones de dólares, con un aporte extra de US$ 2.061 millones respecto al mismo período del año anterior, según informó el economista Nadin Argañaraz.

En lo que va del año, las exportaciones sumaron US$ 10.008 millones y crecieron por volumen, contra precios que se derrumbaron este año; mientras que las importaciones alcanzaron los US$ 3.097 millones, con una caída tanto en precios como en cantidades, gracias al funcionamiento de nueva infraestructura energética.

El resultado toma mayor relevancia al comparar con el intercambio comercial de todos los bienes en la Argentina con el mundo, donde el saldo fue positivo en US$ 9.357 millones, de acuerdo a las estimaciones del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Es decir, casi el 74% del superávit fue por la energía.

La producción de petróleo, condensados y gasolina natural trepó a los 864.000 barriles diarios en promedio en noviembre, apenas por debajo del récord histórico de octubre y por encima de la mejor cifra en 1998, de acuerdo a los datos de Daniel Gerold, líder de G&G Energy Consultants. Y seguirá creciendo hasta llegar al millón de barriles por día en 2027.

De esta forma, el shale oil y gas contribuyeron a darle a Milei una cifra que no se alcanzaba desde 2006, hace 19 años, cuando el superávit energético había sido de US$ 6.100 millones -que, a dinero de hoy, corresponde a unos US$ 10.000 millones, actualizado por la inflación del dólar estadounidense-.

El péndulo sectorial fue de aquel superávit a un déficit de US$ 6.900 millones en 2013 -o US$ 9.600 millones actualizados-, que vació las reservas del Banco Central y disparó la inflación, como los US$ 4.400 millones negativos en 2022 -US$ 4.900 millones de hoy-.

Hacia 2031, se proyecta que la energía puede arrojar un balance positivo en unos US$ 30.000 millones, y la minería en la próxima década sumaría otros US$ 12.000 millones, lo que le quitará la presión al campo de ser el sector del que depende la economía para su estabilización.

No obstante, no todo es color de rosas. Para el año que viene se espera que continúen bajos los precios del petróleo, en el orden de US$ 55 a US$ 65 por barril, lo que ajusta márgenes y complica el financiamiento de las inversiones. Vaca Muerta depende de que se inyecten miles de millones de dólares por año para conectar pozos, dado que la productividad es muy alta en un inicio y decrece un 70% al siguiente año.

"Para mantener la tasa de incremento de producción de shale oil de un 27% anual será necesario conectar entre 550 y 570 pozos de líquidos en 2026, insumiendo un monto de capital superior al de este año, en el que prevemos de 450 a 470 pozos", comentó Gerold.

Cada pozo cuesta unos 14 millones de dólares, por lo que exclusivamente la perforación y fractura insumiría unos US$ 8.000 millones. /Clarín