Martes 30 de Diciembre de 2025, 13:45
Gabriela Sabatini es una leyenda del tenis argentino. Ganó del US Open 1990, fue finalista en Wimbledon 1991 y protagonista de duelos históricos frente a históricas como Steffi Graf, Martina Navratilova, Chris Evert y Mónica Seles. Sin embargo, detrás de la grandeza de su historia, hubo una mujer vulnerable, que cargó durante años con un trauma silencioso que recién ahora se animó a contar.
En una charla íntima en el canal de You Tube de Agustín Creevy, ex jugador de Los Pumas, Gaby sorprendió con una confesión:
“Sabía que si llegaba a la final seguro tenía que hablar. Pensaba en eso y a veces perdía en semifinales porque no quería enfrentar esa situación. Era una cosa de locos, increíble”.
El peso de la exposición: “No me gustaba ser el centro de atención”
La presión de tener que pararse frente a los periodistas fue tan fuerte que, según relató, llegó a condicionar su rendimiento en los torneos más importantes del mundo.
“Lo trabajé con psicólogos deportivos que me ayudaron adentro y fuera de la cancha. De chiquita, a los 8 años, era cascarrabias, tiraba la raqueta y decía malas palabras. Cuando llegué a profesional tuvo que haber un cambio para superar la situación”, recordó.
Sabatini, que siempre mantuvo un perfil bajo y pocas veces dio entrevistas, reconoció que el cambio personal fue costoso:
“Fue toda una transformación mía porque era extremadamente tímida e introvertida. En el colegio tuve algunos temitas, me costaba mucho pararme y hablar. No me gusta ser el centro de atención. Era totalmente introvertida y con el tiempo creo que el tenis, en ese sentido y en muchos más, obviamente, me ayudó un montón a poder expresarme y hablar más”.
Sabatini llegó hasta el tercer puesto del ranking mundial.La confesión de haber perdido para eludir la carga de enfrentar a los micrófonos se revela a la distancia con un factor que le impidió llegar al número 1 del ranking mundial. Sabatini alcanzó su mejor puesto en el escalafón (3°) en febrero de 1989.
Entre la soledad y la escritura
Gabriela profundizó sobre su personalidad: “Siempre fui muy solitaria y me gustó competir conmigo misma y buscar la salida dentro mío. Por eso escribía mucho, era la alternativa que encontraba para poder descargar. Hoy lo hago menos, pero cada tanto lo hago. De vez en cuando leo aquellos diarios, me da mucho cariño y ternura. La Gaby mayor quiere abrazar a la personita que estaba escribiendo eso”.
Además, Sabatini recordó cómo la crítica mediática la afectó: “Leía en los diarios que no iba a ser la número uno nunca porque no me preparaba bien. ¿De dónde sacan esto?, me indignaba. Había que ser muy frío. Agradezco no haber tenido en esa época las redes sociales porque hubiese sido muy difícil de manejar”. /
TN