Lunes 18 de Abril de 2016, 18:38
Jessie Gallan vive en un asilo de ancianos en Aberdeen (Escocia) y sonríe cuando las cámaras van a sacarle fotos. Se la ve charlando con una amiga o sentada mientras de fondo el jardín verde asoma. Jessie nunca se casó, y nació en una pequeña casa de campo con cinco hermanas y un hermano. A los 13 dejó la casa familiar para convertirse en una ordeñadora de vacas. Una vida sencilla y nutrida de experiencias de la naturaleza la avala, sus 109 años florecieron en la estación invernal del hemisferio norte.
Las teorías, estudios y debates acerca de que estar en pareja alargan la edad y previenen enfermedades son rebatidos por la experiencia de esta anciana, quien eligió estar bien lejos de las tareas hogareñas, pero no rechazó otros tipos de afecto.
“Siempre trabajé fuerte y raramente me tomé vacaciones. Dejé mi casa a los 13 para irme a ordeñar vacas, siempre tuve muy buenos trabajos y estuve rodeada de buenas personas”.