Sábado 22 de Julio de 2017, 10:55
Sin preludios ni rodeos, y a pesar del tan manido dicho que asevera que
"los éxitos no se explican", nos animamos a desnudar los puntos claves que hacen de Las Estrellas el nuevo fenómeno mayúsculo de la TV. Aquí vamos...
1)Un fuerte de Pol-ka a lo largo de su historia son las ficciones protagonizadas por mujeres. Guapas, Socias, Para vestir santos, Locas de amor e incluso Mujeres asesinas arrasaron con todo, se llevaron premios, tuvieron muchísimo rating y reunieron a algunas de las mejores actrices de nuestro país.
En Las Estrellas vuelven a apostar por la fórmula femenina, pero esta vez con un elenco sub 35. Ellas son mujeres modernas, bien argentinas, muy porteñas y fieles exponentes de la llamada Generación Y o Millennial, la que abarca a los nacidos entre 1983 y 1995. Ellas buscan ser independientes, pero necesitan encontrar el amor. Buscan el amor pero también quieren disfrutar del sexo.
Están a la deriva, en lo bueno y en lo malo, sin patrones, sin padre y con madres sin autoridad. Son casi todas profesionales exitosas, pero no tardarán demasiado en, por uno u otro motivo, ser despedidas o renunciar a sus trabajos, lo que va a terminar motorizando el reencuentro de las hermanas. Mujeres sin hijos, sin novios o, en el caso de la mayor, infeliz por la vida en pareja que eligió. Son un reflejo generacional: en tiempos inestables están lejos de la madurez.
2)La moda. Las chicas aman comprar, ir de shopping y el componente de cómo están vestidas está ahí todo el tiempo. Tal vez como un legado del público huérfano de Sex & The City, los planos están diseñados para realzar cada uno de sus looks. Zapatos, sombreros, accesorios y vestidos son lucidos para impactar. El fetiche por la pilcha, por el style, por lo trendy. Porque un mal de amor es más liviano si nos levantamos el ánimo con esa prenda amada, ¿no?
Ahí está Lucía (Marcela Kloosterboer) la más fashion de todas, Virginia (Celeste Cid) con un estilo femenino y elegante, Carla (Natalie Pérez) la amante del color negro, Miranda (Justina Bustos) y sus looks bien diferenciados entre un estilo "tomboy" para el día y el de femme fatale para su trabajo nocturno como scort VIP y Florencia (Violeta Urtizberea), pensada como una chica Almodovar, con más ingenio que presupuesto. Un aspecto fundamental para conseguir empatía con el público y un mérito de Lorena Díaz, una vestuarista estrella de Pol-ka, y Mariela Pita, la directora de arte. Seguro ya escucharemos amigas que se pregunten ’quién es la Lucía del grupo’ y quién, aunque lo niegue, es una Flor o una Miranda.
3)Y esto nos lleva al número 3: la química entre las actrices. Es innegable que la buena onda entre todas se trasmite en cámara, aunque cuantas veces pasó de enterarnos de otras ficciones que ESO no era taaaaan así. Son creíbles juntas, y lo son como hermanas: a pesar del drama y las peleas (¡que son muchas!), hay momentos de unión y solidaridad. Después de todo, eso también es la amistad y la hermandad.
La elección de las protagonistas no podía ser más acertada. Cid y Kloosterboer se conocieron en Verano del 98 y desde entonces llevaron adelante carreras exitosas en papeles jugados, pasaron de actrices teen de la factoría Cris Morena a mujeres convocantes de la televisión. Natalie Pérez y Violeta Urtizberea vienen de caminos diferentes, pero los últimos años explotaron sus carreras gracias a sus dotes para la comedia. Justina Bustos es la revelación del grupo. Después de hacerse popular gracias a su personaje en Historia de un clan, donde protagonizó varias escenas calientes, la chica cordobesa, que además es modelo, demuestra en Las Estrellas que lo suyo va más allá de la belleza.