Era una dupla extraña, que combinaba el kirchnerismo más duro con la iglesia católica. Era tan difícil de entender que no funcionó. La boleta de Honestidad y Coraje, el espacio que postulaba a Guillermo Moreno para la Cámara de Diputados y a Gustavo Vera para la Legislatura, no alcanzó el piso de votos para llegar a octubre. No llegaron al 1,5% de los votos, quizá confirmando una afirmación del ecuatoriano Jaime Durán Barba: "el Papa no tiene votos". Moreno, el polémico ex secretario de Comercio Interior protagonizó una campaña con ribetes bizarros y protagonizó un verdadero raid mediático para imponerse como un candidato potable para los porteños.
Sin embargo, la receta de desfachatez, chicanas y discurso ultraperonista de los amigos de Francisco no surtieron efecto en el electorado.
Moreno y Vera tenían el apoyo de Rodríguez Sáa, otro derrotado el domingo.