Test de alcoholemia: absurdas trampas y excusas para zafar

Jueves 05 de Octubre de 2017, 13:51

Desde aspirar en vez de soplar hasta argumentar que dio positivo por culpa de un enjuague bucal.



No hay que conducir después de beber alcohol. El alcohol disminuye y retarda los reflejos y genera alteraciones en la percepción y un sentimiento de omnipotencia. Y convierte al conductor en una potencial arma mortal en la calle. Parece una obviedad, pero hay que repetirlo, porque son muchos los que no toman conciencia del peligro. Y hasta recurren a argucias y excusas absurdas para zafar de los controles de alcoholemia. Desde aspirar en vez de soplar en la pipeta hasta argumentar que no pueden hacerlo porque tienen dientes postizos.

Algunas de estas situaciones quedaron registradas en un video. Allí se ve, por ejemplo, a un joven que estacionó su auto unos metros antes, pensando que así no iban a hacerle el test. "Tomé porque es mi cumpleaños, ¿podemos evitar esto? Al auto me lo prestaron en la agencia donde trabajo, la alcoholemia me va a dar positiva y me van a echar", argumentó cuando los agentes lo abordaron. Cuando sopló la pipeta le dio que tenía un gramo de alcohol por litro de sangre, el doble de lo permitido.

La prensa habló con los agentes que se encargan de que los conductores soplen la pipeta o alcoholímetro . Y, pidiendo reserva de su identidad, contaron las insólitas situaciones con las que se encuentran en la calle.

"Muchas veces, le hacés señas a la distancia a un conductor para que pare y se detiene unos metros antes. Y es muy gracioso ver cómo se cambia de lugar con el acompañante, porque sabe que el test le puede dar positivo. Se agachan y hacen contorsiones. Yo les digo que vi cómo se cambiaban de siento y muchos te lo niegan. Pero somos funcionarios y nuestra palabra es lo que vale", cuenta un agente a cargo de los controles.

"No tengo aire", esa es la excusa más escuchada. Los conductores rebeldes aseguran que tienen insuficiencia respiratoria y dan vueltas para no soplar la pipeta. O aspiran en vez de soplar.

"Otros te dicen que se acaban de lavar los dientes y que usaron un enjuague bucal. Pero si es así, la cantidad de alcohol en sangre es mínima y desaparece casi de inmediato. Lo mismo pasa si alguien se comió un chocolate que tenga un poco de alcohol. El problema es con los taxistas, porque la prueba les tiene que dar cero. En esos casos esperamos diez minutos y repetimos el test", explica un agente.

Uno de los pretextos más ridículos, usado siempre por personas mayores, es: "No puedo soplar porque tengo dientes postizos y se me van a salir". Pero no pasar por el test es lo mismo que hacerlo y que dé positivo. "Ante la negativa, se presume positivo y se hace el mismo procedimiento que si hubiera soplado", cuenta el encargado de los controles.

También es habitual que algunos automovilistas pongan primera y se escapen. "En general, lo hacen los que están muy pasados de alcohol y son muy peligrosos. Nosotros nunca nos ponemos delante del auto al que detenemos. Nos cuidamos. Tampoco salimos a correr a un loco, porque puede ser para peor. Siempre miramos la chapa patente. Y algunos se van y nos dejan la documentación. Después, cuando los citan, aseguran que no se dieron a la fuga, sino que fuimos nosotros los que les dijimos que podían irse".

Mirá el video:





Fuente: https://www.clarin.com/ciudades/absurdas-trampas-excusas-zafar-test-alcoholemia_0_BJWVlsX2W.html