Lunes 23 de Octubre de 2017, 07:49
En 2002 Pablo Silberber, Emanuel Ntaka, Germán Tripa Tripel, Milton Amadeo y Gerónimo Rauch ganaron el reality Popstars y formaron Mambrú, la banda con la que durante tres años fueron los más populares entre jóvenes y adolescentes. En 2005, los cantantes tomaron la decisión de separarse y continuar cada uno con su carrera como solista.
En 2007 Gerónimo viajó a Europa, en donde desde hace diez años triunfa como cantante y protagonista de distintos musicales. Formó parte de Jesucristo Superstar, El fantasma de la ópera, Los Miserables, entre otros, y el próximo 9 de noviembre brindará un show en el Luna Park
Trabajó en México, Colombia, Londres, Barcelona, fue elegido por el exitoso y reconocido productor Andrew Lloyd Webber y actualmente vive en Madrid junto a su mujer Alexia Pita –a quien conoció compartiendo escenario en Jesucristo Superstar– y su hijo Gael, de cinco años.
—¿Cómo te presentaste cuando llegaste por primera vez a otro país?—"Hola, soy Gerónimo". Cuando te vas de un país no hace falta presentarte o explicar quién sos. Tenés esa buena opción de no tener pasado. Uno tiene que aprender a dejar el pasado atrás en la vida. No me tocó tener que decir "En Argentina hice esto, esto y esto…". Por otro lado, solo en Madrid me presenté como Gerónimo Rauch. En Londres y en España, antes de eso, estaba enmascarado en una obra en donde Gerónimo Rauch era una pieza más. Por eso, venir a Argentina y presentarme como Gerónimo Rauch es otra cosa ya que el público reacciona ante mí y no ante una súper producción.
—Aunque te fuiste con trabajo, ¿fue como empezar de cero con tu carrera?—No me fui a la deriva, como lo hicieron algunos amigos míos, que se fueron a probar suerte. Yo tenía un trabajo y Jesucristo Superstar fue un muy buen debut. Quizás esperé la oportunidad, porque me podría haber ido antes, pero no fue empezar de cero.
—¿Te costó adaptarte y que te acepten?—Cuando llegás a un país que no es el tuyo y te dan un trabajo que podría hacer alguien de ese país, hay que demostrar lo que sos. Los pingos se ven en la cancha. No es fácil. En España me costó más que en Londres, porque ahí están más acostumbrados a que vaya gente de otros lados.
—¿Qué se siente haber sido elegido por Andrew Lloyd Webber para ser parte de sus musicales?
—En realidad, el que me lo comunicó es Cameron Mackintosh, que es quien supervisa todas las audiciones con Lloyd Webber. Después tuve una working sesion con él y es muy imponente. Es un genio que no se sabe genio. Tiene una presencia y una energía muy apabullante. No porque venga a mucha velocidad, sino porque se acerca el autor, el que ideó esas melodías, y te marca cosas muy precisas que hasta parece que te devela sus trucos.
—Hace diez años que te fuiste de Argentina, ¿extrañás mucho?
—Por suerte ahora estoy viniendo más seguido, porque me están saliendo varios trabajos, cosa que agradezco mucho porque me encanta mi país y estaba esperando este momento. Extrañaba mucho más cuando venía cada un año, o un año y medio. Ahora me saco las ganas todo el tiempo. Este año ya vine cinco veces y ya ni mis amigos ni mis sobrinos se sorprenden cuando me ven.
—¿Qué es lo que más extrañás cuando estás afuera?—El aroma de Buenos Aires, que tiene ese qué se yo. Además, me gustan los rituales argentinos como el mate y el asado. No por lo que se toma ni por lo que come, sino por el hecho de juntarse, porque los argentinos somos muy de juntarnos y hablar mucho.
—¿Volverías a vivir a Argentina?—Podría haber elegido volver, pero nos quedaba mucho más cómodo seguir viviendo en Madrid, por mi mujer y mi hijo. Hoy elegimos Madrid porque es la ciudad donde nos conocimos, y es mi segunda casa. Pero, el otro día, por ejemplo, hablé con mi mujer y me dijo "Tenés tanto trabajo en Argentina que no se qué hago yo en Madrid".
—Entonces ella no lo descarta…—No, pero al mismo tiempo me llamaron para audicionar en Londres, entonces me dijo "Bueno, será Londres otra vez". Aunque son tres meses, así que veremos cómo nos organizamos.
—¿Qué le falta a Argentina para poder hacer un espectáculo musical que esté a la altura de los de Londres o Broadway?—Para que Argentina esté a la altura de Broadway lo único que le falta es público que acompañe. No falta talento. Falta que haya más gente que quiera ver productos de esa calidad y que, gracias a esa cantidad nueva de gente, se empiece a apostar más alto, que se tenga continuidad, que se tenga una cultura musical, de teatro.
—¿Soñás con traer un musical a Argentina?—Estoy esperando que haya un buen espectáculo para traer a Argentina. Me gusta la idea de pensar en un show musical para volver, pero todavía no lo encontré. Me gustaría mucho.
Fuente:https://www.infobae.com/teleshow/infoshow/2017/10/23/geronimo-rauch-el-ex-mambru-que-hace-diez-anos-dejo-argentina-para-triunfar-en-europa/