Importante acto de Macri en Tucumán: prometió grandes obras para el NOA

Miércoles 30 de Septiembre de 2015, 08:36

Macri anoche en el club Estudiantes. /Foto La Gaceta



El club de básquet Estudiantes fue el lugar elegido por el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, para encabezar anoche un acto de campaña. Ante unas 5.000 personas, el candidato a presidente por el espacio Cambiemos presentó un programa de obras por 16.000 millones de dólares que serán ejecutadas en 10 años si es que el líder del PRO accede a la presidencia el 25 de octubre.

En el mitin, Macri estuvo acompañado por el precandidato a gobernador de Catamarca Eduardo Brizuela del Moral, el senador radical Ernesto Sanz y por los tucumanos José Cano, Silvia Elías de Pérez y Facundo Garretón.

Ataviado con un poncho tucumano doblado sobre su hombro izquierdo, el jefe de Gobierno porteño señaló que su futuro gobierno se basará en tres pilares fundamentales: pobreza cero, derrotar el narcotráfico y la unidad de los argentinos. “Voy a gobernar pensando en el norte y desde el norte. Para asegurar que los planes avancen y que las obras se hagan”, aseguró el máximo referente del PRO en el país.

Macri dice que tiene un plan para reconstruir el norte argentino. Cambiemos, el frente político que lidera con la calidad de presidenciable, llamó a ese programa “Belgrano” en honor al general que durante el siglo XIX guerreó aquí, en esta zona de las Provincias Unidas, contra el opresor extranjero. En la Ciudad de Buenos Aires ya se habla de este plan como un equivalente al que en su momento concibió otro general, el estadounidense George Marshall, para reconstruir a Europa luego de la Segunda Guerra Mundial. “Pero dejemos a Marshall con los yanquis y hablemos de nuestro Belgrano”, sugiere Macri, que visita Tucumán por quinta o sexta vez en lo que va del año. El trajín se nota en la cara del aún jefe de Gobierno porteño, que pretende derrotar al oficialismo agónicamente luego de forzar una segunda vuelta.

Macri dice que tiene un plan para reparar las carencias e inequidades que castigan al norte. En la habitación de un hotel con vista al parque, un televisor encendido hace ruido tenue de fondo como tenue y apaciguada es la voz del candidato presidencial que asegura que hay que reconocer de una vez por todas las deudas y los incumplimientos que Argentina tiene para con el territorio que le dio identidad, cultura, costumbres y los “paisajes más lindos del mundo”. “Pero el Estado nacional nunca permitió el desarrollo de las 10 provincias norteñas. Queremos encarar este asunto y comprometernos no sólo a gobernar pensando en el norte sino a gobernar desde aquí: voy a venir a verificar cómo este plan ‘Belgrano’ marca un antes y un después en la historia”, explica imaginándose ya con la banda y el bastón de mando.

Macri dice que lo impensable, la pobreza cero en el norte, es posible. Habla de reformar aeropuertos; de prolongar autopistas; de construir 250.000 viviendas, y de llevar agua y cloacas a los dos millones de habitantes que carecen de ellas. La materialización de estas ideas está supeditada a los resultados electorales del 25 de octubre. Los márgenes son sensibles porque en las primarias del 9 de agosto, el candidato kirchnerista Daniel Scioli logró el 38% de todos los votos en disputa; los competidores de Cambiemos (Macri, Ernesto Sanz y Elisa Carrió), el 30%, y el “tercero en discordia”, el frente que encabeza Sergio Massa, el 20%. En Tucumán, Scioli consiguió el 57% de los votos mientras que Cambiemos cosechó sólo el 20%.

Dos semanas después, en los controvertidos comicios provinciales, el escenario de las primarias quedó desdibujado. El kirchnerista Juan Manzur obtuvo el 52% -cinco puntos porcentuales menos que Scioli- de los sufragios mientras que el postulante a la gobernación de Cambiemos, José Cano, se alzó con el 40% de los votos -20 puntos porcentuales más que Sanz, Macri y Carrió juntos-. A la luz de tales guarismos fluctuantes, parece lógico que el candidato de Cambiemos espere otro desempeño de los dirigentes tucumanos. Y para que no haya dudas, explicita esa expectativa: “sin duda el 9 de agosto no se trabajó todo lo posible. Pero ahora veo otros compromiso y actividad. Y les recuerdo que no es poco lo que nos estamos jugando”.

-En la última década, el Gobierno prometió incontables veces reactivar el tren. ¿Podrá usted cumplir ese anhelo?

-En términos de infraestructura todo es relevante, pero yo diría que el ferrocarril es central, tanto en materia de transporte de cargas como de pasajeros.

-Concretamente, ¿está en condiciones de asegurar que recuperará el tren si es elegido presidente?

-Sí, por supuesto.

-¿Y qué haría para celebrar el Bicentenario de la Independencia, que tendrá lugar aquí el 9 de Julio del año próximo?

-Es un aniversario con una significación importante y nada mejor que festejarlo con el plan “Belgrano” en marcha. Nosotros apostamos por un Tucumán vigoroso, que esté insertado en una región con iniciativa y con sus economías saneadas. Nuestra intención es que el norte sea parte de la revolución educativa porque la verdadera independencia es la que se consigue con el acceso a la educación.

-¿Cómo sería su relación con Manzur en el caso de que él asuma como gobernador y de que usted llegue a la Casa Rosada?

-Tendré con él la misma relación que con el resto de los gobernadores. A partir del 10 de diciembre, para mí existe un solo equipo: el de los dirigentes que quieren que a nuestro país le vaya mejor. Trabajaré con ellos para lograrlo y les voy a exigir las reformas políticas pendientes. En el norte debemos acabar con el feudalismo; con los abusos de quienes se creen propietarios del Estado; con las dinastías en el poder; con los sistemas electorales no transparentes; con la falta de independencia judicial, de rendición de cuentas y de libertad de expresión...

-En función de las declaraciones juradas presentadas, usted sería el presidenciable más rico. ¿Qué significa eso?

-Siempre he declarado mi patrimonio y nunca he vivido de la política. Estoy aquí para hacer, construir, transformar. No busco nada para mí sino que siento una vocación de servicio. Lamentablemente hay demasiados ejemplos de gente que llega “seca” a la función pública y termina enriquecida.

-El periodista Hugo Alconada Mon dijo hace poco que ni usted ni Scioli ni Massa muestran interés real por acotar la corrupción...

-Cambiemos es el espacio más coherente en lo que dice y hace al respecto. Nosotros hemos implementado el primer gobierno abierto en la Ciudad de Buenos Aires; rendido cuentas y respetado la independencia de poderes. Cambiemos dio testimonio de su lucha contra la corrupción, y estamos comprometidos con la promoción de leyes del arrepentido y de imprescriptibilidad de los delitos cometidos por funcionarios públicos.

-En ese sentido, ¿fue un error convocar a Fernando Niembro?

-Yo no sabía que existía La Usina (empresa que contrató con la Ciudad de Buenos Aires), y que él había sido accionista hasta hace un año y medio. Pero La Usina vendió segundos de publicidad a precios competitivos. No hay nada ilegal allí. Se lo cuestiona por un tema ético que a mí me parece más bien estético. El Gobierno y sus medios de comunicación lo han calumniado (a Niembro) sin tener en cuenta que la Ciudad pagó los precios correctos. Ellos, en cambio, abonan todos los sobreprecios sin inmutarse o, directamente, hacen desaparecer el dinero.

-¿La Corte de la Nación se inmiscuirá en el juicio de las elecciones de Tucumán?

-No lo sé. La opinión (del camarista electoral Alberto) Dalla Vía y el fallo de la Sala I de la Cámara en lo Contencioso Administrativo demuestran que el proceso estuvo plagado de irregularidades y que esto es inaceptable en una democracia del siglo XXI. No vimos una ficción. Pero lamento que el Gobierno, que se consideraba ganador, no haya aceptado repetir la votación.

-¿Cómo es vivir pendiente de que se abra el balotaje?

-Se está dando una cosa extraña. Está todo como muy parado... Pero en esto tiene que ver la situación de Tucumán y el abusivo sistema de elecciones múltiples, que propongo moderar porque, de lo contrario, vivimos de campaña, y no podemos trabajar en revertir la pobreza y el narcotráfico. La realidad es que el oficialismo no llega al 45% de los votos que necesita y que, para ello, alienta el crecimiento de Massa. Pero aquí hay una única fuerza con posibilidades de ganar al aparato que es el partido del Estado, que es Cambiemos. Nuestro desafío es que los ciudadanos confíen en que seremos responsables y respetuosos, y que representaremos a todos los que no coinciden con el kirchnerismo. Sentimos que nos merecemos más de lo que tenemos; que no hay por qué vivir enrejados y con miedo a la inseguridad; que debemos debatir... Este sistema no da para más: por eso se viene el cambio.

-Y si usted no gana, ¿qué hará?

-Seguiré liderando Cambiemos y poniendo límites al poder. Pero vamos a ganar.



Fuente: http://www.lagaceta.com.ar/nota/655533/politica/macri-cambiemos-espacio-mas-coherente-lo-dice-hace-respecto-corrupcion.html