Tomá nota: consejos para no perder a tu marido

Viernes 27 de Marzo de 2015, 17:48





Ellos se cansan de determinadas actitudes femeninas.

Si sientes que tu marido está a punto de abandonar el barco de vuestra relación, fíjate si te reconoces en alguna de las siguientes actitudes y puedes evitar el desastre.

Aún estás a tiempo si eres capaz de tener una autocrítica constructiva.

1. Sos la mamá de tu marido.

Ya tiene o tuvo una. Lo que menos le apetece al llegar a casa es encontrarse con versión renovada de la madre de su infancia.

Tienes que entender que en ti necesita una compañera, no amor maternal y, mucho menos, reprimendas que le hacen sentirse un niño.

2. Sos demasiado intensa.
Se ahoga sin remedio, ni siquiera tiene espacio para plantearse qué es lo que está mal.

No se lo das. Le llamas cada hora y, en el medio, le envías mensajitos de texto o Whatsapps. Quieres conocer cada uno de sus movimientos y, si tarda mucho en el baño, le tocas la puerta y le preguntas si está bien. Quieres que todo se haga juntos y que te diga continuamente que te quiere. Si no lo hace le acosas con preguntas del tipo "¿Por qué ya no me dices tanto que me quieres?". No tiene ganas, está intentando respirar.

3. Sos una controladora sin remedio.

Todo tiene que pasar por tu aprobación, hasta los calzoncillos que tu hombre se pone por la mañana. Tú le dices qué comer, con qué vestirse, qué ver y cuándo disfrutar con quién... ni hablar del sexo.

En algún momento se va a dar cuenta de que no te tolera más.

4. Tus celos y tus escenas.
Tus inseguridades están haciendo de su vida un infierno.

Las escenas de celos en público y las rabietas en privado le están haciendo pensar que eres injusta y estás fuera de ti. Le molesta profundamente tu falta de confianza, te ama y está sintiendo que, haga lo que haga, vas a acusarlo de infiel.

5. La eterna competencia.

Tu marido es tu compañero, no tu rival.

No todo es una competencia en la que tengas que demostrar que sabes más, y eres mejor.

6. Tus amigos o yo.
No le hagas eso. Sus amigos son otra dimensión de quien es. Le han acompañado y le acompañan en esos aspectos de la vida que se dan entre pares del mismo sexo.

Los necesita para esas actividades deportivas, hacer chistes, hacer chistes que solo entienden ellos o recordar las mismas historias de hace 20 años. Son sus amigos, realmente tiene afectos ahí. Pueden ser ruidosos o molestos, incluso no caerte nada bien.

Pero no intentes separarle de ellos, solo servirá para que empiece a juntar mucho resquemor contra ti.

7. Alto mantenimiento.
El hombre trabaja como un descosido, seguramente tú también, pero los gastos descontrolados le angustian y le están provocando una úlcera.

La última vez que le dijiste cuánto pagaste por ese bolso, le dieron mareos. No puede hacer frente a ese ritmo de vida y se siente menos hombre por tener que decírtelo... aunque tú lo sabes perfectamente y te haces la loca. Sé la compañera de tu hombre y administra tus caprichos.

8. Tu familia es un problema.
Cuando un hombre se casa con su esposa, sabe que se casa también con su familia de alguna manera. Lo que no sabía tu marido es que iba a tener a tu familia metida en todo... todo el tiempo. la pareja es de a dos. Deja tu papel de hija y hermana al margen. En tu casa, eres su mujer, con todo lo que eso conlleva. Lo mismo sucede con tu mejor amiga. Sácala del medio, por lo menos de tu casa.

9. Pasaste de princesa a bestia parda.

Te conoció tan linda y arreglada. Cuidabas de tu aspecto y ahora ya no te importa nada.

No es cuestión de que estés lista para la pasarela, pero una apariencia agradable, cuando menos, le muestra un poco de interés por seguir enamorándolo.

10. Esa manía de querer cambiar quien es.
Le conociste de una manera. Te enamoraron sus cualidades y características, entonces ¿por qué te comportas como si quisieras convertirlo en otra persona? Quizá a ti te han cambiado los gustos o tu proyección de vida ha evolucionado.

Eso es normal y está bien, pero no tienes derecho a arrastrarlo contigo como si fuera un accesorio. Si era un intelectual serio y taciturno, no va a querer seguirte en esta nueva onda de salir los jueves al after-hour.

Si es ahí donde le conociste, va a ser difícil que te acompañe a un seminario espiritual todos los fines de semana. Y no, no le gusta, de hecho, odia, que le compres ropa sin consultar.

11. Sexo, sexo y sexo.
Tema entre los temas. La vida sexual de la pareja.

Los ritmos cambian, los niños te agotan, las tensiones te bajan la libido... pero el buen sexo en la pareja es fundamental y es una de las mejores maneras de tomarle la temperatura a una relación.

A nadie le gusta resignarse a una vida sexual paupérrima. Corre para ambas partes. Sin sexo saludable, antes o después, tu matrimonio entrará en crisis.



Fuente: http://parejas.about.com/od/consejossalvarrelacion/fl/Consejos-para-no-perder-a-tu-marido.htm