Edward Carter estuvo 35 años preso acusado de violar a una embarazada, pero nuevas huellas encontradas los exculparon.
Su abogada aseguró que el hombre nunca perdió su fe y que "es un testimonio de su voluntad que siguió afirmando su inocencia".
Entre otros requisitos, la ley establece que la condena tiene que haber sido revertida por el hallazgo de nueva evidencia.