Lunes 25 de Diciembre de 2017, 19:16

Fujimori, a la derecha, en uno de los túneles utilizados para entrar a la embajada.
La Operación Chavín de Huántar fue una operación militar del presidente peruano Alberto Fujimori en abril de 1997 para rescatar a los rehenes cautivos del grupo terrorista MRTA durante la crisis de la residencia del embajador del Japón en el Perú. Incluyó la realización de túneles y ha sido calificada como una de las más exitosas operaciones militares de rescate de la historia.La toma de la residencia del embajador japonés en Lima comenzó el 17 de
diciembre de 1996 en Lima, Perú, cuando 14 miembros de la organización
terrorista peruana Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) tomaron
como rehenes a cientos de diplomáticos, oficiales del gobierno y
militares de alto rango y hombres de negocios que asistían a una
celebración con ocasión del 63º aniversario del nacimiento del Emperador
de Japón Akihito organizada en la residencia oficial del embajador de
Japón en Perú, Morihisa Aoki.
Gran parte de los 800 rehenes
fueron liberados prontamente; todas las mujeres, sin excepción, fueron
puestas en libertad la misma noche del 17 de diciembre.
Tras ser
retenidos como rehenes por 125 días, 71 de los 72 rehenes que quedaban
fueron liberados el 22 de abril de 1997 en una incursión armada de las
Fuerzas Armadas peruanas; operativo que dejó como resultado las muertes
de un rehén, dos comandos y los militantes del MRTA que participaron de
la toma. La operación fue vista por la mayoría de peruanos como un gran
éxito y obtuvo atención mediática en todo el mundo.Fujimori recibió gran
crédito por salvar las vidas de los rehenes.
Fujimori, indultado esta Navidad y ahora en libertad, hace poco recordó que los terroristas liderados por Néstor Cerpa Cartolini pedían la liberación de 470 presos del MRTA y otras exigencias relativas al cambio del modelo económico del gobierno, que él rechazó.Según dijo, fue el comandante del Ejército Roberto Huamán Azcurra, otrora hombre de confianza de Vladimiro Montesinos y ex integrante del grupo Colina, quien le avisó de la toma de la residencia del embajador japonés, en San Isidro.
“Entre las más de 700 personas que se habían convertido en rehenes, se encontraba mi madre y mi hermana”, comentó el ex mandatario.“Los emerretistas amenazaron con darle un tiro al canciller de la República Francisco Tudela en un plazo de 30 minutos. Pero intuía que no se atreverían a hacerlo. No lo hicieron”, también recordó. Asimismo, explicó diferencias de posiciones respecto a la crisis de entonces con el gobierno japonés.
En tanto, Fujimori señaló que había bosquejado un primer plan llamado “Papá Noel” a ejecutarse el 24 de diciembre a medianoche, pero quedó descartado pues se había planteado que militares ingresen por las ventanas del inmueble cuando las lunas eran blindadas. Luego, “en una reunión en el SIN (Servicio de Inteligencia Nacional) con tres coroneles del Ejército” se le explicó otro plan para ingresar mediante la colocación de dinamita sobre las paredes, pero también desestimó esta iniciativa al conocer que podrían resultar fallecidos el 30% de rehenes.
Más adelante, Fujimori cuenta que la operación que finalmente se ejecutó, denominada Chavín de Huántar y que consistió en realizar el rescate militar a través de túneles bajo la residencia del embajador, la esbozó “durante un sueño”.El 22 de abril de 1997, después de varios fracasos en la negociación y ante la perspectiva de que por este motivo los secuestradores empiecen a negar la atención médica a los rehenes, el Gobierno toma la decisión de enviar al Comando Chavín de Huantar.
Tras comprobar que los terroristas estaban distraídos por medio de cámaras de video introducidas de forma secreta desde los túneles y micrófonos introducidos por personal militar de sanidad por medio de los cuales se comunicaban algunos rehenes de rango militar, se decide iniciar la operación. A las 15:23 una fuerte explosión dio inicio a la operación, con la voladura del piso del salón principal, en donde un grupo de terroristas jugaba futsal. Un total de 148 comandos irrumpieron por ese y otros accesos disparando sus ametralladoras.
Todos los terroristas fueron abatidos. Uno de los rehenes, el magistrado Carlos Giusti, fue herido en una pierna, lo que le causó una violenta hemorragia que le provocó la muerte; fue el único rehén muerto en la acción. Dos comandos también murieron, uno de ellos, según algunos testimonios, protegió al Canciller Tudela mientras este escapaba por la azotea.

Fujimori dentro de la embajada, observa los cadáveres de dos terroristas
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